
En el peronismo bonaerense todo está en discusión. La victoria provincial de septiembre quedó pronto opacada por la derrota de las listas en octubre, que reavivó la disputa no sólo por los liderazgos sino también por cada cargo que debe revalidarse. Algunas peleas, como la por las autoridades de la Cámara de Diputados provincial, se fueron resolviendo; otras, como el control del Senado y la disputa por el PJ, continuarán.
El ciclo de Máximo Kirchner al frente del partido bonaerense terminó cuando apenas se logró acordar postergar por unos meses la disputa por la sucesión. “Nos fuimos con más garantías que con las que entramos”, evaluó un dirigente que responde a Axel Kicillof. La pelea no sólo apunta a quién impone el nombre del próximo presidente del PJ: el gobernador bonaerense buscaba mayor control del organismo, y lo consiguió.
¿Por qué? El jefe provincial comprendió la importancia del sello del PJ la madrugada del 20 de junio, cuando, en medio de la discusión por el cierre de listas con el kirchnerismo, se vio impedido de presentar listas para la elección provincial. “Ahora logramos tener paridad”, detalla este dirigente acerca de la negociación de este viernes, en la que obtuvieron tres apoderados (el mismo número que el kirchnerismo) y que la Junta resuelva por dos tercios (y así, con cinco miembros, poder frenar decisiones). Además, se acordó la fecha de la elección (que muchos prefieren evitar), aunque fue allí donde Máximo Kirchner puso un límite a tantas exigencias.
El kicillofismo buscó demorar aún más la convocatoria a elecciones, pero el titular del PJ fue tajante: no puede dejar margen para que la justicia revise decisiones partidarias y tanto el Congreso como la Junta tienen mandato hasta el 17.
La fecha fijada es el 15 de marzo, mientras que el 8 de febrero será la presentación de listas. El objetivo es alcanzar un acuerdo para entonces y evitar que haya varios candidatos que luego continúen negociando hasta que sólo quede uno. Hasta esa fecha, el Congreso, a cargo de Fernando Espinoza, y la Junta, bajo la coordinación de Leonardo Nardini, se ocuparán de la organización.
El diputado nacional y líder de La Cámpora no confirma si pretende continuar al frente del PJ y se limita a hablar de alcanzar un acuerdo para la futura conducción. Sin embargo, sabiendo que su nombre no convence a todos los sectores, desde el propio kirchnerismo comenzaron a evaluar la posibilidad de postular otra figura.
Axel Kicillof tampoco confirma que vaya por la conducción del partido, pero permite que su espacio avance; distintos intendentes y funcionarios que responden hoy al Movimiento Derecho al Futuro pusieron sobre la mesa la discusión por la sucesión y el control partidario.
Para evitar que la interna termine de fracturar al partido, y de cara al encuentro del Consejo convocado para este viernes, se sucedieron varias reuniones previas, charlas telefónicas y cruces de mensajes de WhatsApp. La meta fue arribar a ese viernes con un acuerdo básico que impidiera que la interna se desbordara; por eso también hubo un encuentro preparatorio antes de formalizar la reunión.
Por un lado estuvieron Máximo Kirchner, Facundo Tignanelli, Federico Otermín, Juan Pablo De Jesús y Alejandro Di Chiara. Por la otra orilla, en representación de Kicillof, se sentaron Julio Alak, Fernando Espinoza, Verónica Magario, Gabriel Katopodis, Mariano Cascallares y Andrés “Cuervo” Larroque. La discusión sobre la distribución de cargos partidarios duró dos horas y, a continuación, se pasó al encuentro general.
“Ahora las reglas de juego quedan un poco más clara pero aún nada garantiza una lista de unidad. Está claro que el gobernador necesita un partido alineado y que no obstruya sus decisiones, pero la discusión por el nombre recién se viene ahora”, explicó un representante de Kicillof.
La desconfianza persiste. Desde la gobernación reclaman que el kirchnerismo acepte que las autoridades del Senado bonaerense se designen conforme a la línea sucesoria que proponga el gobernador. “Cristina le dio a Macri y a Milei la decisión de quiénes están debajo de él y acá a Kicillof se lo quieren discutir”. Esta disputa quedó postergada para febrero.
Desde el kirchnerismo bajaron el tono de la interna y cedieron ante las demandas, pero continuaron sin anticipar qué nombre propondrán para encabezar el partido. “Acá nos sentamos y en algunas horas de discusión pudimos resolver las cuestiones operativas. En otro momento ni siquiera logramos eso”, dijo un representante K. Apenas hubo algunos cruces por afiliaciones tardías en ciertos distritos y alguna chicana hacia el kicillofismo por intentar designar apoderados sin la ficha partidaria. Se ajustaron los nombres con rapidez y la reunión concluyó con un homenaje al exintendente de Berazategui, Juan José Mussi. Continuará…




