
La reciente captura de Daniel Guategui ha causado conmoción en Rosario del Tala, una localidad entrerriana. Durante años, Guategui, que vivía tranquilamente con su familia, había eludido la justicia. Su nombre volvió a ser noticia en febrero de 2023, cuando se supo que había estado involucrado en un intento de fuga cinematográfica del narcotraficante rosarino Esteban Lindor Alvarado, quien había planeado escapar del penal de Ezeiza en helicóptero. Este plan fue frustrado por la PROCUNAR y la Policía Federal, pero la causa también involucra a otro piloto de la región: Esteban Donnet, de Gualeguaychú, quien ahora enfrenta cargos por su supuesta participación en el intento de fuga.
El hombre de 71 años fue detenido el mes pasado por Gendarmería Nacional, como informaron múltiples medios este sábado.
En un informe publicado en abril de 2023, la revista ANÁLISIS señalaba que Guategui era un piloto conocido en su localidad, con una destacada vivienda en la calle Perón 28. Desde la década del 80, se dedicaba a la aviación comercial, principalmente en la fumigación agrícola. Su nombre ya había aparecido en una investigación de la Secretaría Nacional Antidrogas de Paraguay en 2018, cuando se descubrió que era una pieza clave en una organización delictiva encabezada por el exfutbolista Víctor Hugo Gaona Burgos. Mientras cumplía una condena de 18 años por narcotráfico, Burgos gestionaba su negocio desde prisión. En esa red también participaba Benigno Chávez Cáceres, quien había sido buscado desde 2014 tras el hallazgo de un laboratorio clandestino en Encarnación, vinculado al temido Comando Vermelho, una de las mafias más poderosas de Brasil y Sudamérica.
De acuerdo con el diario ABC, la banda de la que formaba parte Guategui operaba con una red de pistas clandestinas en Paraguay, donde almacenaban cocaína proveniente de Bolivia. Luego, Guategui se encargaba de transportar la droga en una avioneta Cessna, con matrícula ZP-BOO, hacia Argentina, especialmente a la provincia de Santa Fe. No solo pilotaba, sino que también estaba involucrado en la entrega y cobro de la droga, regresando a Paraguay para reabastecerse de combustible y ocultar el avión en el hangar de un político paraguayo.
Después de la desarticulación de la banda en 2018, Guategui desapareció y fue declarado prófugo. Su reaparición en el narcotráfico se produjo en el contexto del plan de fuga de Alvarado, corroborado por la Policía Federal, que también observó su auto, un Chevrolet Cruze, en el lugar donde se encontraba el helicóptero Robinson R44 Raven.
En los operativos que frustraron la fuga de Alvarado, fueron arrestados dos presuntos cómplices: Gianluca Orpianesi, de Rosario, y Andrés Alcides Donnet, de Gualeguaychú. Donnet, de 41 años, trabaja como piloto agrícola y fue imputado por ofrecer su hangar para el resguardo del helicóptero durante más de un mes. Él sostiene su inocencia, afirmando que alquiló su hangar sin conocer a Alvarado o a Orpianesi, a través de Guategui.
Aunque Guategui no fue detenido, su vehículo fue visto en las cercanías del hangar de Donnet, y su nombre aparece vinculado a casos de tráfico internacional de drogas. Lo que parecía ser un ciudadano común, con un hogar en Rosario del Tala, resultó ser una pieza clave en un entramado delictivo. Tras ser declarado prófugo, no hubo noticias de su captura, lo que sugiere que continuó moviéndose libremente.
El 29 de marzo de 2023, el juez subrogante del Juzgado Federal de Lomas de Zamora, Ernesto Kreplak, procesó a Alvarado, Orpianesi y Donnet bajo múltiples cargos, que incluyen ser miembros de una organización ilícita y contrabando agravado.
De los tres acusados, solo Donnet declaró, proporcionando un relato que abarca nueve páginas. A pesar de que intentó presentarse como un mero intermediario, su testimonio dejó dudas y contribuyó a que el juez decidiera mantenerlo detenido.
Según su declaración, fue Guategui quien le pidió el favor de almacenar un helicóptero. Aunque Donnet expresó que no tenía relación con actividades delictivas, la forma en que se desarrollaron los acontecimientos reveló imprevistos, como la llegada apresurada de un piloto y el hecho de que el helicóptero fuera repintado de manera casi inmediata.
Donnet recordó que había planes de utilizar el helicóptero para fines recreativos y que, en el día en que Alvarado abortó la fuga, notó un ambiente sospechoso, incluida la urgencia del piloto. Relató que el piloto tuvo dificultades para poner en marcha el helicóptero y que el día terminó con la incautación del aparato.
A lo largo de su declaración, Donnet mencionó su relación profesional con Guategui y su sorpresa al verse involucrado en un caso tan complicado. Insistió en que su decisión de almacenar el helicóptero fue un acto amistoso, más que una implicación en actividades delictivas.
Ante el tribunal, Donnet también intentó suavizar su situación personal, aludiendo a sus responsabilidades familiares. Sin embargo, su apelación no fue suficiente y permanece detenido en Marcos Paz. Su abogado ha presentado un recurso contra el procesamiento y la prisión preventiva, que será examinado en los próximos días por la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata.