Fue acusada de haber asesinado a otra mujer, madre de seis criaturas, por haberse enterado que su concubino la engañaba con ella. La víctima, Marcela Segovia, tenía 26 años y murió en la puerta de su humilde casa en calles El Trébol y El Talar, de barrio La Milagrosa, después de haber recibido cinco puntazos de cuchillo, uno de ellos letal, el 25 de enero de 2005 a las 12.30.Jorge Saavedra, conocido delincuente de esa jurisdicción, jugó esta vez el rol de gavilán, y para el fiscal, no cabe ninguna duda de que aquel mediodía Arquiel llegaba a la casa de Segovia y descubrió que su concubino la había engañado nuevamente ya que la noche anterior le había mencionado que se iba a ir a la casa de su madre.Saavedra le había pedido a un conocido del barrio, Eduardo Maestro, que le hiciera la gauchada de pasarlo a buscar con el auto. Juntos se tiraron del lugar y antes de hacer una cuadra, Saavedra le pidió que regresaran marcha atrás, presumiendo que Arquiel no se iba a ir sin hacer algún problema.Cuando llegan, Saavedra entró a la casa y se cruzó con Segovia, que salía malherida y –según su relato– le dijo ‘mirá lo que me hizo´.No obstante, para el defensor, Marcos Rodríguez Allende, no se puede probar que Arquiel la haya matado. “No se le secuestraron ropas con sangre ni se encontraron rastros de ella en ningún objeto de la casa. El único que tenía sus ropas con sangre fue Saavedra, quien es el que termina acusando a su propia concubina de haber llegado hasta la puerta de aquella casa. Pero el relato del testigo Maestro es fundamental, porque cuando le mostramos el croquis, ubicó a Arquiel a una distancia mucho más lejana de la casa, a la cual nadie la vio entrar. “Por ende, se pueden presumir muchas cosas, pero nadie, absolutamente nadie vio a Arquiel con un cuchillo, ni entrando, ni atacando, ni saliendo de la casa de Segovia”, dijo el abogado, antes de solicitar la absolución por el beneficio de la duda.Arquiel fue detenida el miércoles, luego de que no se presentara al debate que estaba planteado para ese día mientras gozaba de libertad ambulatoria. Se excusó aduciendo que “creía que el juicio seguía la otra semana”. El fiscal se opuso a que se le permita gozar nuevamente de la libertad y ahora deberá esperar en la Unidad Penal 6 de Mujeres la sentencia, que será leída el próximo miércoles. (El Diario)




