El fiscal entendió que prepararon la incursión con fines delictivos; en tanto los defensores, pidieron que se los absuelva por el beneficio de la duda. El fiscal de la Sala Primera de la Cámara del Crimen, doctor Juan Carlos Almada, solicitó ayer que se condene a la pena de seis años y ocho meses de prisión a Luis Alberto Molina, de 35 años, a Gonzalo Romero, de 20, y a Daniel Oscar Pérez Lindo, todos oriundos de la ciudad de Santa Fe. La acusación formal es la de robo calificado por el uso de arma de fuego, luego de que los tres resultaran detenidos tras un incidente denunciado como asalto, ocurrido el 12 de febrero de este año en un prostíbulo de la localidad de El Pingo, en el departamento Paraná, previo a que uno de los nombrados –que estuvo dialogando previamente con el dueño de la wiskería– le reclamara por sus hijos, los que se encontraban junto a su madre, que llegó a ese local nocturno a trabajar de alternadora.El dueño de la wiskería “El Gauchito Gil”, Rubén Penáu, accedió a llevar a Luis Molina hasta la casa donde se encontraba su ex mujer –la que había empezado a relacionarse sentimentalmente con su proxeneta– y a que se lleve sus hijos, según su declaración testimonial durante el juicio, y en ningún momento lo sindicó como autor de asalto o abuso de arma.Pero para el fiscal, las testimoniales de Penáu y de sus alternadoras tuvieron reticencias e incluso omisiones y acomodos de versiones para desvincular o favorecer a los acusados, lo que incluso por poco no los dejó detenidos a algunos por falso testimonio en el juicio.Prueba de esto es que hablan de un disparo, de amenazas, de robo y de que las tres mujeres que esa noche ejercían la prostitución fueron encerradas en un baño. El hallazgo de un arma en el auto remise en el que regresaban, la pericia positiva de dermotest en la mano de Molina, que evidenciaba que habría efectuado recientemente un disparo y otros detalles hicieron endurecer la posición del fiscal Almada, quien solicitó la prisión para los tres.Para el funcionario judicial quedó en claro que tanto el remisero, como Romero, el amigo de Molina, prepararon esta incursión y fueron a cobrarse el despecho de Molina.Por su parte, los abogados defensores, doctores Alberto Silva Velazco por Romero, Juan Carlos Rubio Pérez por Molina, y Marciano Martínez junto al abogado santafesino Lisandro Darío Halles por Pérez Lindo, plantearon cada uno a su turno la absolución por el beneficio de la duda, valiéndose de que ningún testimonio puso de manifiesto directamente que alguno de los tres fuera el que disparó. Sí estaría comprometida la situación de Romero, el que es señalado por Penáu de ser el que lo despojó de dinero, celular y efectos personales. Ahora, el tribunal de la Sala Primera de la Cámara del Crimen, integrado por los vocales Felipe Celli, Juan Ascúa y Daniel Perotti, tiene plazo hasta el día 12 de diciembre a las 7.30 para resolver la situación de los tres encartados, dos de los cuales esperan la sentencia alojados en la Unidad Penal 1 de Paraná y el restante, Romero, en la cárcel de Victoria. (El Diario)




