Muchos arrendatarios tienen la percepción de que en la campaña de granos gruesos 2024/25 sufrieron serias pérdidas, resultando en cambios de dinero o incluso en pérdidas de capital de trabajo. Esta situación afecta especialmente a quienes no tomaron coberturas de precios anticipadas y a aquellos que lograron rendimientos modestos.
Las últimas estimaciones indican un rendimiento promedio nacional para la soja de 29 quintales por hectárea, resultado de una compleja serie de problemas como la sequía veraniega, tormentas, demoras en la cosecha, entre otros. Aquellos arrendatarios de la zona núcleo que alcanzaron este rendimiento y no aprovecharon los precios superiores a 300 dólares por tonelada ofrecidos en abril, se enfrentarán a pérdidas de aproximadamente 200 dólares por hectárea al vender la soja a los valores actuales de esta semana, que rondan los 274 dólares por tonelada.
Las últimas estimaciones indican un rendimiento promedio nacional para la soja de 29 quintales por hectárea, resultado de una compleja serie de problemas como la sequía veraniega, tormentas, demoras en la cosecha, entre otros.
Quien decida almacenar la mercadería esperando una recuperación de precios tendrá que considerar varios factores preocupantes: el regreso de los derechos de exportación al 33% a fin de mes, las expectativas de una cosecha estadounidense favorable, un tipo de cambio que se devalúa ante la inflación, y tasas de interés en pesos que superan a esta.
En el caso del maíz, la situación para muchos arrendatarios que deben vender el grano actualmente no es mucho más alentadora. Si logran un rendimiento de 69 quintales por hectárea, equivalente al promedio nacional, y el precio se sitúa en 175 dólares por tonelada, enfrentarán una pérdida de 180 dólares por hectárea. Aquellos que no vendan de inmediato también se verán afectados por el aumento de los derechos de exportación y la posibilidad de una cosecha récord en EE. UU.
En el caso del maíz, la situación para muchos arrendatarios que deben vender el grano actualmente no es mucho más alentadora. Shutterstock
Las proyecciones para ambos cultivos provienen de dos modelos que consideran rendimientos promedio nacionales y precios actuales. Es importante señalar que los rendimientos pueden ser superiores en regiones que recibieron lluvias adecuadas y que lograron una cosecha oportuna, donde los arrendatarios implementaron un manejo eficaz de sus cultivos. Asimismo, los precios de venta también pueden ser más altos para aquellos que realizaron puts, ventas a futuro o forwards en los meses previos a la cosecha.
Sin embargo, es crucial reconocer que estos modelos reflejan la situación de muchos arrendatarios que enfrentaron golpes climáticos durante el ciclo de producción, lo que afectó sus rendimientos o les impidió comprometer una parte significativa de la producción planificada.
