Sus tres perros murieron calcinados “tengo el sueño profundo y me hubiera ocurrido lo mismo si hubiera estado aquí”, reconoció. Diana María Isabel Hirchsfeld no podía creer lo que veían sus ojos cuando regresó a su casa en calle Millán 96 de Paraná y se enfrentó a una dantesca imagen: sólo escombros, y todas sus pertenencias, desde los muebles, hasta sus más sentidas cosas materiales reducidas a cenizas.“Me quedé en la calle. De la noche a la mañana me quedé sin nada, no lo puedo creer…”, decía, mientras era consolada por vecinos y su madre.Diana vende seguros y vive sola con sus tres perros, los que murieron calcinados al no poder escapar de la voracidad de las llamas. Al buscar una explicación de lo que ocurrió se animó a contar que “el viernes por la noche me quedé en la casa de una amiga y como se hizo muy tarde y ya no había servicio de colectivos y estaba muy lejos opté por quedarme a dormir allí, y volver ya con la luz del día. Pero cuando llegué todo era este desastre y de la casa solo quedó parada la pared del frente”, señalaba, con la vista perdida entre los pedazos de muebles aún humeantes.La gran cantidad de machimbre que revestía el interior de la casa y el cielorraso hicieron que las llamas tuvieran combustible suficiente como para alcanzar una temperatura de casi 900 grados –según comentaron los bomberos– destruyendo todo, logrando que hasta las ventanas de aluminio se derritieran.CAUSAS. “Acostumbro a dejarle una vela a la Virgen sobre un mueble y nunca tuve problemas. Lo que sí estoy segura es que de haber estado dentro de la casa, durmiendo, difícilmente me hubiera despertado, porque soy de sueño muy pesado e incluso, me dijeron que el estallido de las llamas fue tan rápido que ninguno de los vecinos lo advirtió hasta que la casa ya estaba completamente tomada por el fuego”, dijo Diana Hirchsfeld, la damnificada.INVESTIGACIÓN. No obstante, para los Bomberos Zapadores, las causas del siniestro todavía son motivo de investigación, y la posibilidad de la vela encendida no se descarta, aunque se deberán peritar otras áreas de la finca, para descartar que se haya tratado de un hecho intencional.Esta última hipótesis nace de que el hecho ocurrió casualmente justo en horas en que la propietaria no se encontraba en la casa, y se analizará con la declaración de la mujer si podría existir alguien con intenciones de afectarla, esperando actuar solapadamente y en un momento de su ausencia. (El Diario)
