
El hiperdesdoblado calendario electoral en las provinciastendrá un nuevo capítulo el domingo con las Primarias Abiertas, Simultáneas yObligatorias (PASO) en Entre Ríos, donde Gustavo Bordet -bajo un peronismounido- apuesta a blindar la búsqueda de su reeelección, ante un Cambiemos que apriori marcha en retaguardia y arrastra en el plano nacional el peso deincómodos traspiés en las urnas en dos comicios generales y tres primarias.
Las PASO entrerrianas funcionarán, en rigor, como una granencuesta de cara a las elecciones del 9 de junio, ya que sólo habrá duelo reala gobernador en el socialismo.
Será una puja polarizada, donde medirán poder de adhesionesla dupla de Bordet y la ministra de Desarrollo Social, Laura Stratta (FrenteJusticialista Creer Entre Ríos), y la fórmula de Cambiemos, del diputadonacional radical Atilio Benedetti y el intendente de Basavilbaso y presidentedel PRO, Gustavo Hein.
En el entorno de Bordet -quien cerró la campaña con unnutrido acto en Concordia, de “Mujeres que Creen”- había ayer optimismo,mientras paladeaban un sondeo que lo da unos 15 puntos arriba. “La tendencia delas victorias de los oficialismos seguramente se va a seguir dando en EntreRíos”, dijeron a Ámbito Financiero, e hicieron foco en que “tiene un grado deaceptación muy grande en la sociedad, y también en los municipios gobernadospor Cambiemos y el vecinalismo”. En la otra vereda, en Cambiemos admiten quelos sondeos muestran a Benedetti por debajo de Bordet, aunque confían en “haceruna buena PASO”.
El antecedente más directo de la Primaria es la de San Juan,donde otro oficialismo -y otro PJ unido, con el kirchnerismo incluido se impusofuerte el 31-M, con el triunfo de Sergio Uñac frente a Marcelo Orrego quien, adiferencia de Benedetti, esquivó la marca Cambiemos.
Bordet ostenta la misma cucarda que Uñac (aglutinó a 11partidos, tras intensas negociaciones, en las que se reflejó la apuesta deCristina de Kirchner a cerrar consensos en el interior), lo que a priori lo dejamejor parado que en 2015, cuando fue electo con 42,3% de los votos, con elruralista Alfredo De Angeli (Cambiemos) pisándole los talones (39,6%), frente ala dispersión del voto peronista generada por el massista Adrián Fuertes(15,5%).
“El peronismo nos necesita unidos para triunfar; es unainterna caliente, pero después vamos todos juntos porque nadie pierde en esteproyecto que nos contiene a todos”, arengó Bordet, con eco directo en losesfuerzos de unidad nacional que emanan de Alternativa Federal.
En Cambiemos, en tanto, Benedetti (quien recibió in situ elrespaldo de Mauricio Macri y, ayer, del ministro Rogelio Frigerio, que juegacomo anfitrión) enfrenta el desafío de torcer -o menguar- la cadena de revesesque arrancó con la PASO pampeana del 17-F (el macrista Carlos Mac Allister fuearrasado por el radical Daniel Kroneberger), y sumó luego los terceros puestosen las generales de Neuquén (10-M) y Río Negro (el pasado domingo), y en lasprimarias de Chubut (también hace casi una semana), además del segundo escalónen San Juan.
La mirada estará dirigida además a las pujas entreprecandidatos en los municipios, con Paraná como epicentro. Allí elvicegobernador Adán Bahl (con interna propia) busca imponerse ante Cambiemos,donde el duelo será entre el radical Sergio Varisco (quien busca reelegir enmedio de los coletazos de la causa que investiga sus supuestos lazos con elnarcotráfico) y el concejal macrista Emanuel Gainza, que recibió el apoyo deMaría Eugenia Vidal, Horacio Rodríguez Larreta y Elisa Carrió.










