El Parlamento francés aprobó este martes suspender la controvertida reforma de las pensiones impulsada por el presidente Emmanuel Macron, en una votación clave que permitió destrabar el proyecto de financiación de la Seguridad Social para 2026 y evitó, al menos por ahora, una nueva crisis de Gobierno.
La medida fue votada a favor por 247 diputados y en contra por 232, en el marco del debate presupuestario, y respondió a una de las principales exigencias del Partido Socialista para apoyar el texto y abstenerse de presentar una moción de censura contra el Ejecutivo. Es la primera gran victoria parlamentaria del primer ministro Sébastien Lecornu, en un contexto de extrema fragilidad política tras la caída de dos gobiernos en menos de un año.
“Es una victoria del Parlamento”, celebró la presidenta de la Asamblea Nacional, Yaël Braun-Pivet, al subrayar que el Gobierno optó por no recurrir al artículo 49.3 de la Constitución —que permite aprobar leyes sin votación—, un recurso utilizado de forma reiterada desde 2022 y muy criticado por la oposición.
El texto aprobado congela hasta el 1 de enero de 2028 los cambios centrales introducidos por la última reforma previsional, una de las banderas del segundo mandato de Macron. En la práctica, la edad legal de jubilación quedará fijada en 62 años y nueve meses, y el requisito de trimestres para acceder a una pensión completa se limitará a 170, dejando en suspenso el aumento progresivo hasta los 64 años y los 43 años de cotización.
Esas modificaciones, impulsadas por la entonces primera ministra Élisabeth Borne, provocaron masivas protestas en todo el país. Su suspensión se convirtió en una pieza clave para alcanzar los consensos mínimos en un Parlamento fragmentado.
Además, los diputados eliminaron otras medidas de ajuste propuestas por el Ejecutivo para sanear las cuentas públicas, como la congelación de las pensiones y de las ayudas sociales, así como el aumento de los copagos médicos. En contrapartida, el proyecto incorpora nuevas medidas sociales, entre ellas una licencia adicional por nacimiento a partir de enero de 2026, que se sumará a las vigentes licencias por maternidad y paternidad y tendrá una duración de uno o dos meses a elección del trabajador.
El respaldo al proyecto llegó de los diputados del Movimiento Demócrata, liderado por el ex primer ministro François Bayrou, y del partido oficialista Renacimiento, mientras que la Agrupación Nacional, de extrema derecha, y La Francia Insumisa, de la izquierda radical, votaron en contra.
Aunque el presupuesto de la Seguridad Social obtuvo luz verde, el escenario sigue abierto. Siguen las negociaciones sobre la otra pata clave de las cuentas públicas: el presupuesto del Estado, que ya recibió un primer visto bueno del Senado. Diputados y senadores deberán acordar un texto común, con especial atención al capítulo de los ingresos.
El Gobierno busca reducir el déficit público al 5% del PBI, mientras que los socialistas presionan para incluir medidas de justicia fiscal, en particular nuevos impuestos a los grandes patrimonios. Si no hay acuerdo, el proceso parlamentario podría prolongarse hasta 2026, obligando al Ejecutivo a recurrir a una ley especial para garantizar de manera transitoria la financiación del Estado.
La votación se produce en un clima marcado por la inestabilidad política. En 2024, Macron adelantó las elecciones legislativas, una decisión que desembocó en una Asamblea Nacional sin mayorías claras y dividida en tres grandes bloques: izquierda, centroderecha y ultraderecha.
El debate sobre el presupuesto de 2026 profundizó esas tensiones y terminó por romper la alianza entre el oficialismo centroderechista y la coalición de izquierdas. Desde entonces, el Gobierno se ve obligado a negociar cada artículo para sobrevivir políticamente y evitar una nueva moción de censura.
En ese contexto, la suspensión de la reforma de las pensiones no solo supone un giro significativo en una de las políticas más impopulares del macronismo, sino que también refleja el nuevo equilibrio de poder en un Parlamento fragmentado, donde cada voto cuenta.
(Con información de AFP/EP)




