Vecinos del prostíbulo Robert’s, que fuera clausurado en 2012 en la capital entrerriana, aseguraron que sigue funcionamiento de modo ilegal con la presencia de mujeres que venden servicios sexuales en el interior de la finca, como en albergues cercanos al lugar. Las personas que dieron cuenta de la situación alertaron que en el comercio, que se encuentra cerrado, hay un sereno que controla desde el interior los movimientos en el exterior y que llegaron incluso a neutralizar los controles policiales de parte de la División Trata de Personas y de la Dirección de Habilitaciones de la Municipalidad que en distintos horarios llegó para verificar que el negocio se mantuviera clausurado.”El problema es que cuando se va la Policía o los inspectores de la Municipalidad, en especial en horario nocturno, llegan al lugar vehículos con personas que ingresan a consumir sexo de parte de al menos tres mujeres que llegarían desde Santa Fe”, explicó un integrante del grupo de vecinos autoconvocados, para destacar que cuentan con un teléfono que es promocionado en Internet.Los vecinos indicaron que entre la tarde y noche, ingresan a la whiskería clausurada “siempre jóvenes que llegan desde la zona de la Terminal. Entran y a los pocos minutos llegan hombres que están un tiempo y luego se retiran”. A su vez, una vecina que solicitó no dar a conocer su nombre, referenció que “también tenemos certeza de que a la noche llegan dos mujeres más a fin de reforzar la atención de la clientela, que aumenta”.”Nos enteramos por algunas autoridades policiales que hablaron con nosotros hace un tiempo, que la prostitución no se encuentra penada, lo que sí se restringió es el funcionamiento de los prostíbulos para neutralizar la posibilidad concreta de la trata de personas”, enfatizó el vecino, que tenía el respaldo de distintos sectores comunitarios de la zona este de Paraná.Ante esto, los vecinos pidieron la directa intervención y allanamiento de parte de la Policía y la Justicia, como también de la Municipalidad de Paraná, que fueron en su momento los que dispusieron la clausura. “Reclamamos que los controles no sean externos, porque la Policía viene y observa que desde afuera no pasa nada, el problema es que adentro hay movimiento y actividad, para lo cual sería conveniente especificar qué rol juega el sereno que está supuestamente para cuidar lo que hay dentro de la casa, cuando en verdad es el que controla el funcionamiento clandestino”, añadió por último uno de los integrantes del grupo de vecinos.Desde la Dirección de Trata de Personas se informó anoche que hubiera sido importante que los vecinos realizaran la denuncia o exposición en la Policía, pero más allá de eso se adelantó que se iba a realizar en el lugar un operativo de mayor envergadura para verificar la información acercada por los autoconvocados.Se hizo saber que en los controles anteriores se verificó la existencia de un sereno, pero no se localizó ninguna mujer ni en el interior ni en el exterior. Desde la Policía se realizaron procedimientos en otros prostíbulos clausurados de la provincia, donde sí se constató la existencia de mujeres y hasta menores ofreciendo sexo. En la madrugada de este viernes se esperaban novedades.




