La investigación apuntó desde un primer momento hacia un ex convicto, cuyo familiar directo trabajaría en el centro asistencial privado. Sin embargo, en los procedimientos no se encontraron elementos de interés para la causa. El sospechado estuvo preso en la cárcel de Paraná acusado de dos homicidios y a poco de salir tuvo en vilo a las autoridades por una serie de reclamos ante la reclusión.
Mientras tanto, lo datos aportados por empleados del lugar, estimaron que el o los ladrones tuvieron la ayuda directa de alguien que conoce la Administración y Tesorería de la clínica, puesto que de lo contrario, no se puede tener tanta suerte para llegar hasta las oficinas y encontrar las llaves para abrir la caja fuerte y violentar un mueble para encontrar otra caja de seguridad y un maletín.