El agresor tenía un revólver, pero al querer disparar se dio cuenta de que no cargaba balas encima. Fue hasta la casa, las buscó y volvió a matar. Un hombre joven que vivía en una casa del barrio Mosconi Viejo, en una cortada sin número, a escasos 20 metros de cortada 544 y Estado de Palestina, encontró una injusta muerte, ayer de tarde, al intentar defender a una persona discapacitada que estaba siendo golpeada por otro habitante de la misma calle, el que habría estado bajo efectos de alcohol y drogas, según estimaron los vecinos.Todo ocurrió pocos minutos antes de las 19, cuando Miguel Esteban Zárate, al que lo conocen en el barrio como el Rengo Cacho se encontraba en su casa junto a Sergio Daniel Monzón, al que todos conocían como el Chino Monzón, ambos de 28 años, quien acababa de llegar de refrescarse en el río.En ese momento llegó a la humilde finca un tal Reynaldo Ojeda, “pasado de revoluciones”, atinó a decir uno de los tantos vecinos que se acercó a curiosear.“A Ojeda lo conocemos todos en el barrio como el Nene Naiffe, un tipo que no tendría que haber estado suelto. Muy violento cuando toma o se empastilla, y lo que pasó es que llegó a la casa del Rengo y le quiso llevar el carro. Lo empezó a insultar y le pegó. Monzón, pobrecito, es un tipo que no se metía con nadie y mire donde terminó, con un balazo en el pecho. El Chino Monzón los quiso separar y lo sacó al Nene Naiffe –por Ojeda– y le recriminó que le estaba pegando a un discapacitado”, contó el vecino.Según lo que coincidieron en relatar otros habitantes del lugar fue que el Nene Naiffe –Ojeda– sacó un revólver pero se dio cuenta de que no tenía balas puestas y se fue, diciendo que al otro día iba a arreglar cuentas.Pero, sorpresivamente, volvió y con balas en el tambor de su calibre 38 y sin mediar más discusión ni palabras disparó apuntando al pecho de Monzón, sin importarle que otros lo vieran hacerlo con total impunidad, tras lo cual se dio a la fuga.Zárate debió ser atendido en el Hospital San Martín por los golpes que había recibido y pese a que la gente de la zona llamó a una ambulancia para que traslade al baleado, que empezaba a desangrarse, cuando llegaron ya había dejado de existir.Personal de la comisaría 5ª y de la División Homicidios comenzó a trabajar de inmediato y poco antes de las 20 llegó al escenario del crimen el juez de Instrucción de turno Héctor Villarrodona, quien ordenó las pericias de rigor que fueron realizadas por el personal de Criminalística y por el médico forense Luis Moyano.Finalmente, a las 21, el cuerpo fue trasladado a la morgue judicial de Oro Verde, donde se finalizarán los trámites médico legales de rigor.Al cierre de esta edición, el asesino de Monzón era buscado por la Policía, estimándose que podría estar escondido en la zona de bañados o de basurales, e incluso quienes lo conocen manifestaron que podría intentar cruzar a Santa Fe, donde tiene conocidos en el área marginal. (Fuente: El Diario)
