Por decisión de la presidenta municipal de Paraná, Blanca Osuna, y en el marco de los festejos por el 199º aniversario de la ciudad, el lugar donde funcionó el antiguo prostíbulo Pensión 14, pasará a ser sede del Consejo Municipal de la Mujer. "Se trata de la recuperación de un espacio, para la reivindicación de los derechos de las mujeres", que quedará inaugurado mañana a las 16, en Almafuerte 14. El acto se llevará adelante en el edificio municipal ubicado en Cinco Esquinas y contará con la presencia de la intendenta Blanca Osuna y el gobernador de la provincia, Sergio Urribarri; además de autoridades provinciales, municipales y organizaciones de la sociedad civil. “Si pienso en lo que encontramos en los prostíbulos, veo que la prostitución establece una relación que no es laboral sino de explotación. Se deben desplazar a las cuestiones culturales que la han naturalizado y que tienen que ver no sólo con la relación entre varones y mujeres, sino con una concepción social sobre el sexo”, definió la presidenta municipal, Blanca Osuna. Se trata de “una práctica cultural que está vinculada a la miseria, a la pobreza y a la necesidad, como bien lo dicen muchas mujeres que la ejercen”. Osuna aseguró que el gobierno generará las herramientas para “erradicar la cultura hipócrita y pícara que lo naturalizó y que plantea que no es malo para nadie” y añadió: “Queremos apostar al desarrollo personal de estas mujeres. La capacidad de reacción a las violencias físicas, psicológicas, tiene que ver con la fragilidad de la conciencia sobre los propios derechos”, sostuvo. En ese sentido, el lugar elegido para el funcionamiento del Consejo Municipal de la Mujer “no es azaroso”, porque “desde la gestión se busca reforzar el valor simbólico de la lucha que se viene dando”. “En el marco del aniversario de la Ciudad, ocupar este espacio vinculado a una historia gris de la ciudad, es no sólo un acto simbólico sino reivindicativo. Hemos querido ocuparlo para resignificarlo, para que sea la propia mujer las que pueda darle otros sentidos y dignidad a este espacio”, manifestó. En este marco, el Consejo Municipal de la Mujer, se define como un ámbito “superador” que contará con la participación de las áreas del Estado, pero que también integrará la voz de las organizaciones de la sociedad civil involucradas en el tema. El espacio tendrá como objetivo generar políticas orientadas a la mujer. La decisión, se indica “es parte de una política integral que la intendenta viene llevando adelante desde febrero de este año con el control y clausura de los locales en los que se constató que funcionaban prostíbulos. Medida que fue reforzada en mayo, con la modificación de la Ordenanza vigente, a través de una propuesta realizada por del DEM y aprobada por unanimidad, a partir de la cual se prohibió la habilitación de locales que obtengan un lucro, ganancia o comisión por la explotación sexual o el ejercicio de la prostitución de terceros”. De la misma forma en que se estableció la multa e inhabilitación de por vida a la persona responsable, para la tramitación de cualquier licencia comercial. Estos lugares hasta entonces habilitados como bares con y sin elaboración de comida, donde tenía lugar la explotación sexual, fueron cerrados por el municipio, “mostrando una clara señal de combate contra la trata de personas”, se deja en claro. En ese camino, desde el Estado municipal también “se diseñaron capacitaciones y se brindó la posibilidad de financiamiento para microemprendimientos destinados a aquellas mujeres que desearan alejarse de la actividad y pretendieran insertarse en el mundo del trabajo formal”. “Siempre voy a recordar el día que entré por primera vez a uno de esos prostíbulos. Las habitaciones sin conexión de luz, sin ventilación; la suciedad, la mugre, los preservativos, los baños con un olor repugnante. ¿Quién puede elegir estar en ese lugar? Durante años, las mujeres que allí trabajaban nos miraron desde la puerta, en plena avenida, y a nadie le llamaba la atención”, dijo la presidenta municipal y agregó: “No podíamos seguir siendo indiferentes a esta situación, y quitarnos el peso de esa responsabilidad”. Desde la clausura de la Pensión 14, “se vienen realizando tareas de refacción y remodelación integral de su estructura, pintura, entre otros trabajos, que pusieron fin a una infraestructura que denotaba las condiciones infrahumanas a las que, por mucho tiempo, estuvieron sometidas las mujeres que ejercían la prostitución allí”. Se trata, indica Osuna, de un mensaje a toda la sociedad, para que “preservemos la libertad como derecho inalienable, como derecho humano. Hay que contribuir a una toma de conciencia social, correr el velo sobre la doble moral y la hipocresía que han apañado el ejercicio de la prostitución, poniendo a las mujeres en altísimo riesgo y en situaciones de exposición, de negación”.