La intendenta Blanca Osuna recorrió ayer la Toma de agua junto a funcionarios del gabinete municipal y provincial. En ese marco, advirtió que desde el municipio se siguió con detenimiento y preocupación el estado del servicio, en especial durante el fin de semana en el que los ingenieros responsables y subsecretarios competentes en la materia trabajaron intensamente, con el apoyo técnico del gobierno provincial, para normalizar la provisión de agua en la ciudad y atender los inconvenientes suscitados. Al respecto, Osuna se refirió a la declaración de emergencia hídrica y a la decisión de “hacer una fuerte intervención en relación a los particulares que, operando sobre la zona, modifican el borde de ribera y en consecuencia, dada la altura del río, afectan la toma de agua”, dijo y añadió: “Es indudable que una ciudad como la nuestra no puede estar dependiendo de intervenciones que bajo la faceta de negocios particulares afecten el interés general. Eso está en juego. Se exige a la Municipalidad intervenciones y mantenimientos que son inexplicables y que queremos saldar por el bien de todos”. E hizo mención a la importancia de efectuar un uso racional y solidario. “La verdad es que el consumo de agua en Paraná en una proporción per cápita es superior al de cualquier otra ciudad de la provincia y en consecuencia vamos a tomar medidas al respecto”, indicó. Sobre esto, el secretario de Planificación, Infraestructura y Servicios de la Municipalidad, Guillermo Federik, indicó que para mantener el nivel adecuado es necesario “un uso racional y solidario, es decir, bajar la cantidad de consumo diario, para lo que se tendrá que suspender la limpieza de frentes, veredas y vehículos, evitar el riego de huertas y ser más responsable en uso del agua para piletas de natación”, durante todo el verano, con la emergencia declarada.En tanto el subsecretario de Saneamiento, Oscar Calvi, remarcó que “es responsabilidad de todos cuidar el servicio público de agua potable.