Cuatro agrupaciones ecologistas se pronunciaron ayer en contra de la posibilidad de que la Municipalidad de Paraná avance con el proyecto de instalación de un complejo de aguas termales en el Nuevo Parque. Entre esas entidades, está Eco Urbano, fundada en 1994 por el actual subsecretario de Desarrollo Sustentable del gobierno municipal, Horacio Enriquez.En vez de eso, y ante las opiniones adversas que han surgido en la ciudad, propuso que se abra una instancia de participación y debate a cargo de la Defensoría del Pueblo, que se encargue un serio estudio de impacto ambiental, que deberá estar listo para el 29 de diciembre. De no llegarse a un acuerdo sobre el futuro del Nuevo Parque, proponen la convocatoria a un referéndum vinculante. El pronunciamiento fue hecho ayer, durante una rueda de prensa, por los ambientalistas Jorge Daneri, Sandra Demartin y Rosa Hojman, en representación de las entidades Mbiguá, Eco Urbano, Proyecto Tierra y Ciudadanía y Justicia Ambiental. “En el contexto actual, le decimos no a la explotación termal dentro del Nuevo Parque, principalmente porque no hay garantías de nada en lo que hace al marco normativo. Entre Ríos necesita una profunda legislación sobre políticas de gestión de sus aguas”, dijo Daneri. La administración del intendente Julio Solanas impulsa un proyecto de explotación termal en el Nuevo Parque y para eso pretende poner a la venta 57 de las 100 hectáreas que conforman el predio. El proyecto se funda en la ordenanza 7.799 que autorizó la compra de tierras para crear el Parque Nuevo y que prevé la venta de una porción de éstas para solventar iniciativas inmobiliarias en la zona. Ahora se está proponiendo una modificación a la norma para que el producido de la comercialización se destine a “otras obras de interés para la ciudad”, en este caso, las termas. Pero la propuesta encuentra una firme oposición en entidades como el Foro Ecologista, que ha cuestionado severamente el impacto ambiental de las termas, ya que en la costa del Paraná tienen un alto nivel de salinización (a diferencia de la costa del Uruguay, que son aguas dulces). Un documento elaborado por la entidad sostiene que por cada 10.000 litros de aguas volcados al río, si ese es el camino de disposición final que se escogiera, se arrojarían 1.000 kilos de sales, un promedio de 10 camiones por día. Pero si se resolviera reinyectar el agua utilizada a las napas profundas, se daría un proceso de “salinización”. Pero ayer Daneri tomó distancia de esa postura. “No ponemos el centro en la cuestión termal. Para nosotros, el eje debe ser qué Parque queremos y cómo lo construimos. Pero tampoco puede ser que las termas viabilicen el único proyecto que se piense para el Nuevo Parque”, indicó.Y resaltó el camino “del diálogo” que las entidades ecologistas siguieron respecto del gobierno municipal. Con la información que nos aportó la propia Municipalidad, salimos a decir hoy que no están dadas las garantías para el proceso termal. Pero queremos construir entre todos un Parque, que sea algo excepcional. Y queremos dar un salto de escenarios de conflictualidad a escenarios de construcción”. Daneri planteó la necesidad de “correr” el eje de la discusión: “Nosotros no estamos discutiendo un proyecto termal, sino cómo nos apropiamos, como ciudadanos, de 100 hectáreas, y qué uso le vamos a dar”, indicó. Respecto a otras alternativas para la ocupación de las tierras del Nuevo Parque, Rosa Hojman, de Proyecto Tierra, respondió: “Estos espacios participativos estarían abiertos para otras propuestas que las inercias de las distintas ideas podrían crear y no estar atados a un proyecto único. Ya que hay tantas dificultades y oposición pensamos que la ciudadanía es la que puede brindar las distintas alternativas”.Un control arbitralLAS ENTIDADES ECOLOGISTAS SE OPONEN a que cualquier estudio de impacto ambiental de las termas sea realizado por el propio Estado municipal. “Al no estar reglamentado el Código Ambiental en el capítulo de estudios de impacto ambiental, corre el riesgo de terminar evaluándose a sí misma”, advirtió Jorge Daneri. En ese aspecto, planteó la necesidad de contar “con un ámbito independiente”, similar al que hubo para el proyecto de Hidrovía Paraná-Paraguay, que finalmente se paralizó, explicó, por los dictámenes desfavorables por un panel de expertos independientes. Daneri puntualizó la necesidad de alcanzar un “nivel de transparencia tal” que permita llegar, por la vía del consenso, a dictaminar cuál es el nivel de impacto ambiental, y cuál es la mejor alternativa para el Nuevo Parque. Pero a la vez levantaron la voz de alarma respecto de lo que ocurre con los pozos termales de La Paz, María Grande y Victoria, y para ellos piden la intervención de los organismos de control de la provincia.(Fuente: El Diario)





