La tragedia se registró ayer en horas del mediodía en el interior de la casa 18 del barrio Amas de Casa ubicado entre Salvador Caputto y Chamarrita.
El barrio afectado por la intransitabilidad de sus calles se vio alterado en la calma de un feriado, luego que dos de los tres hijos del matrimonio salieran a los gritos de la vivienda asegurando que algo malo le había pasado a la madre.
Los vecinos, al ver lo que pasaba, rápidamente llamaron a la Policía.
Personal de Homicidios, de Investigaciones, Forense, Criminalística y de la Departamental cerró la finca previo a comprobar que en el interior un hombre se había ahorcado con una correa desde el tirante de madera del techo de la casa, en tanto que a poca distancia yacía sin vida una mujer.
El subjefe de la Departamental, Carlos Velásquez, y el responsable de Homicidios, Ángel Ricle, tuvieron a cargo el procedimiento hasta la llegada del juez Héctor Villarrodona y del médico Forense, Luis Moyano.
Los vecinos indicaron a UNO que todo se habría originado por un aparente drama pasional que determinó que José María Ortiz apuñalara a su mujer, Ana Beatriz Serrano, de 31 años. El hombre, enojado y alterado por una posible cuestión de índole privado y con las manos ensangrentadas, se ahorcó.
Otra vecina explicó a este medio, que uno de los chicos le contó que sus padres estaban discutiendo. Hizo un alto en el relato para informar que desde hacía un tiempo el hombre había sido denunciado por golpeador y violento.
“Era un golpeador, le pegaba a la mujer, a la madre y en una oportunidad la pegué de rebote, por eso lo denuncié”, enfatizó para destacar que “incluso él andaba con una identificación de la Policía Federal. Se hacía pasar como policía y yo avisé de esa situación en la Federal. La esposa, creo que era del norte, era una buena mujer que trabajaba en la venta de productos de limpieza”, agregó.
El autor del tremendo hecho era un jornalero, no tenía un trabajo fijo y vivía de changas.
La vivienda del barrio se encuentra a corta distancia de la comisaría 15ª en una zona de bajada y escasa presencia del Estado.
El juez de Instrucción, tras inspeccionar el lugar, ordenó trasladar los dos cuerpos a la morgue de Oro Verde para que se practicaran las autopsias correspondientes. En la casa se secuestró una cuchilla con sangre, además de otros elementos de interés para la causa.
Se estimó que el ofuscado marido le produjo un importante corte en el cuello, además de otras lesiones menores en los brazos. Los hijos, de 1 año y medio, 4 y 5, por el momento quedaron a cargo de la abuela, y por lo vivido no se descartó que sean asistidos por profesionales.
Sin embargo, se dispuso que el mayor, posible testigo del tremendo hecho, sea entrevistado por un psicólogo para que diera la versión de lo que pudo haber visto.




