El sumo pontífice había incluido la película de Benigni entre sus filmes favoritos (Vatican News)
El jueves pasado, el papa León XIV recibió al actor y director italiano Roberto Benigni en el Palacio Apostólico del Vaticano.
El encuentro giró en torno a la presentación en primicia de fragmentos del nuevo monólogo del artista: Pietro, un uomo nel vento (Pedro, un hombre en el viento), una producción que se estrenará por Rai1 en la televisión italiana el 10 de diciembre.
El ganador del Oscar llegó al Vaticano acompañado por representantes de Vatican Media y de la productora Stand By Me —entre ellos Paolo Ruffini, Stefano D’Agostini, Giampaolo Rossi y Simona Ercolani— y le mostró al pontífice escenas de su monólogo dedicado a la figura de San Pedro.
“Qué bonito, habla de amor”, comentó el sumo pontífice tras ver los fragmentos del proyecto.
Durante la audiencia privada, ambos conversaron extensamente sobre el apóstol que inspiró el nuevo trabajo de Benigni. El papa León XIV —quien muestra un marcado interés por el cine y la literatura— dialogó con el artista sobre Dante Alighieri, San Agustín, la Divina Comedia y las Confesiones.
Otro eje de la conversación fue el conocido filme La vida es bella (1997), la película de Benigni ganadora de tres premios Óscar, incluida por León XIV entre sus filmes favoritos.
El monólogo Pietro, un uomo nel vento, presentado horas antes en el Museo MAXXI de Roma, constituye una mirada poética sobre la vida de San Pedro.
El título alude al pasaje evangélico en el que Jesús “sopla” sobre sus discípulos (Juan 20,22), evocación que también remite al Génesis. Con este recurso simbólico, Benigni busca mostrar a Pedro como un individuo de matices: negó a Cristo pero luego se convirtió en la “roca” de la Iglesia— guiado por la gracia y el impulso espiritual.
No es, además, la primera vez que Roberto Benigni visita el Vaticano. Tal como recuerdan fuentes italianas citadas por Aleteia, su relación con la Santa Sede se remonta a finales de los años noventa. En 1999, visitó al papa Juan Pablo II para mostrarle La vida es bella.
Décadas después, en mayo de 2024, Benigni cerró con un discurso festivo la primera Jornada Mundial de los Niños en la Plaza de San Pedro, un evento presidido por el papa Francisco.
Allí animó a miles de niños a “abrir los ojos, soñar y derrotar dragones”, mezclando humor, poesía y referencias a Dante, reflejo de su estilo único de divulgación cultural.
Como reveló CNN el 12 de noviembre de 2025, el pontífice hizo pública recientemente una selección de sus cuatro películas favoritas del siglo XX. La más antigua de ellas es It’s a Wonderful Life (1946), el clásico de Frank Capra que narra la intervención de un ángel para ayudar a un hombre a redescubrir el sentido de su vida.
Otra de sus películas predilectas es The Sound of Music (1965), el musical dirigido por Robert Wise que sigue a una joven novicia que llega como institutriz a una familia austríaca poco antes del ascenso del nazismo.
El pontífice también mencionó Ordinary People (1980), el drama dirigido por Robert Redford que retrata el duelo y las heridas emocionales de una familia tras la muerte de uno de sus hijos.
Finalmente, su lista incluye La vida es bella (1997), la obra maestra escrita, dirigida y protagonizada por Benigni. El drama combina humor, tragedia y un mensaje profundo de amor de un padre a su hijo en medio del horror del Holocausto.
Estas preferencias cinematográficas han sido interpretadas como una ventana al pensamiento del pontífice, quien ha expresado su deseo de profundizar el diálogo entre la Iglesia y el mundo del cine, “explorando cómo la creatividad artística puede iluminar la experiencia humana y transmitir valores esenciales”, según un comunicado.
