
El economista Osvaldo Giordano, exministro de Finanzas de Córdoba, sostuvo que la alianza política entre los gobernadores de Córdoba, Santa Fe, Chubut, Santa Cruz y Jujuy podría facilitar las reformas que el presidente Javier Milei no puede impulsar sin acuerdos en el Congreso. “Aun con un resultado espectacular, el oficialismo seguirá necesitando el aval de parte de la oposición”, afirmó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3).
Osvaldo Giordano es presidente del Instituto sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana de la Fundación Mediterránea (IERAL) desde 2024, cuando sustituyó a Carlos Melconian. Fue director ejecutivo de la ANSES por un breve período entre 2023 y 2024. Fue el ministro de Finanzas de la provincia de Córdoba, del “milagro del cordobesismo”, entre 2015 y 2023. También fue funcionario del ministerio de Economía de la Nación en los años noventa, cuando gobernaba Carlos Menem.
Una pregunta por lo que tiene que ver con el tema de las jubilaciones en Córdoba. A nivel nacional el presidente vetó un pequeño aumento de jubilaciones cuando, al revés, en Córdoba el gobernador las aumenta. Me gustaría que vos con toda tu experiencia previsional nos pudieras hacer una especie de síntesis para pobres pibes de qué es exactamente lo que significa, qué aumento fue el que se dio comparativamente con el que al mismo tiempo a nivel nacional niega el presidente.
Sí, fue un tema que generó polémica, incluso la reacción del jefe de Gabinete. Él plantea tres cosas. Dos creo que son incorrectas y hay una que sí merece una reflexión. La primera es que la mínima en un sistema previsional de empleados públicos, como es el de Córdoba y otras cajas provisionales de provincias, no es lo mismo que la mínima a nivel nacional. En el caso de las cajas con empleados públicos, toda la gente llega con mucho más de 30 años, mientras que a nivel nacional la mayoría de gente no llega a acumular esa cantidad de aportes. Por otro lado, tienen salarios en general de la media para arriba. Entonces muy poca gente se jubila con la mínima. La mínima afecta al 5% del total de los jubilados, mientras que a nivel nacional supera el 70%, y en algunos casos llega hasta los 80%. Entonces, no es comparable una cuestión con la otra.
La segunda cuestión es que se plantea que esto se financia con plata, entre comillas, que generosamente le manda la Nación a la provincia. En realidad, no es así. Lo que la Nación tiene que mandarles a las provincias es de estricta justicia, porque las provincias aportan a la ANSES sacrificando impuestos coparticipables. Por ejemplo, las provincias no reciben nada del impuesto al cheque y esa plata ANSES la usa, por ejemplo, para cubrir el déficit de cajas transferidas y no para provincias que no transfirieron su caja, como es el caso de Córdoba, donde lo que se manda es una fracción menor de lo que debería mandarse.
Y la tercera sí es una discusión más de fondo, que es si la prioridad es esa o hay otras. Por ejemplo, la caja de Córdoba se financia en parte fruto de la emergencia y culpa de que la Nación no envía todo lo que debería enviar con impuestos muy malos. Por ejemplo, un recargo sobre Ingresos Brutos que pagan los bancos. En definitiva, los cordobeses pagan una tasa de interés más alta cuando piden un préstamo para consumo, o los productores cuando piden un préstamo para invertir o para capital de trabajo tienen un recargo en su tasa de interés. La discusión era si no era un momento para revisar eso también, dado las enormes dificultades económicas, sobre todo el crédito a la actividad productiva, que es imprescindible para que las empresas enfrenten los problemas de competitividad que objetivamente existen. Creo que son más las diferencias que la analogía, de manera que creo que tiene una explicación toda esta polémica.
Para Osvaldo Giordano, la “asignatura pendiente” del Gobierno es impulsar una “enorme agenda de transformaciones”.
Mencioné que vos trabajaste en el gobierno nacional en los años noventa. Me gustaría que nos hicieras un balance de la economía de Milei con la economía de Menem, como economista y como ministro de finanzas de la provincia que aparece como la que ha tenido mejor gestión económica en los últimos años.
Hay semejanzas en cuanto a un tema prioritario y muy sensible para la gente, que es el tema de la estabilidad. En el caso de la economía de Menem, se trató de salir de la hiperinflación, y en el caso de Milei, al borde de la hiperinflación. Pero luego, hay mucha diferencia de contexto, tanto interno como internacional. Señalaría como cuestiones internas la decisión, sobre todo a partir del lanzamiento del plan de convertibilidad, de prestarle atención a los problemas de competitividad. En alta inflación todo se tapa y se perdonan un montón de cosas, como esto de los malos impuestos. En el caso de estabilidad, todo cuenta. Ahí se hace visible que, por ejemplo, los impuestos a las exportaciones son intolerables, como las retenciones al sector agropecuario es algo intolerable. La convertibilidad fue junto con la eliminación de ese impuesto, y lo mismo para las provincias. En esa época el impuesto de los Ingresos Brutos era muchísimo más bajo y se hizo un gran esfuerzo para reducirlo, mientras que actualmente es muy alto.
También está el enfoque de repensar la organización del Estado. Hubo una reforma previsional, la ley de riesgo del trabajo, las privatizaciones. Hubo una estrategia más amplia de reformas que hoy son aún más necesarias que en el pasado porque se han acumulado muchos más problemas. La gran asignatura pendiente que tiene el Gobierno es cómo abordar esto, que se coincide que hay que hacerlo. El tema es que no tenga claro cómo hacerlo, porque se requiere no sólo destreza técnica, sino también destreza política para conseguir los apoyos para abordar toda esta enorme agenda de transformaciones como la impositiva, la previsional, la coparticipación, la legislación laboral. Son temas claves porque, de lo contrario, la estabilidad no deriva en crecimiento, que es lo que todos esperamos, sino que se queda a mitad de camino.
Claudio Mardones: A partir de este anuncio que hizo el gobernador Martín Llaryora, vino toda una controversia respecto a cuánto alcanzaba el haber mínimo. La información oficial era que llega al 20% del universo de 116.000 jubilados en la provincia. Y información extraoficial sostiene que no, que en realidad llega al 5 o 6% de ese universo y que en este caso el bono trimestral de 100.000 pesos ahí sí llegaría a 56.000 jubilados, que es el 48,27%. ¿A qué universo alcanza?
Lo que más impacta es el haber mínimo. No tiene nada que ver el piso en un sistema que cubre empleados públicos, como es la caja de Córdoba, respecto al nacional. La mayoría de los cordobeses están en el nacional, no están en la caja de Córdoba, porque la caja de Córdoba cubre solo a los empleados provinciales y municipales. En eso sí, es un 5% lo que afecta ese piso. Luego está este bono que es no remunerativo, provisorio y bimestral, como una medida más de emergencia y provisorio, que cubre un porcentaje más alto y por ahí creo que eso es lo que genera la confusión entre un tema y el otro. Son dos políticas distintas y con cobertura distinta.
CM: Lo que anunció el gobernador Martín Llaryora cuando llegaron al acuerdo con la Corte y el gobierno nacional mandó los fondos es que utilizó esos fondos por una parte para incrementar a 700.000, especialmente a los jubilados que forman parte de la caja jubilatoria en donde están los trabajadores públicos. Pero el bono de 100.000 es para todo el universo de todos los jubilados cordobeses. ¿Es así?
No. El bono también es solo para los exempleados públicos, solo que ahí el límite es más alto. Cubre más o menos un 20 o 30%. No es algo que se incorpore al haber, sino que es una medida transitoria de emergencia, provisoria, que no se incorpora de manera permanente.
Me gustaría tu visión sobre las provincias unidas. ¿Qué importancia le das, qué proyección le das a 2027 y al mismo tiempo qué significan esos cinco gobernadores más Schiaretti? Desde el punto de vista económico, ¿qué plan alternativo se plantearía para 2027? ¿Qué diferencias habría con esto que hoy tenemos?
Este lunes estuvo Patricia Bullrich en Córdoba y hay una reacción de rechazo por parte del oficialismo en cuanto a que lo ven como una amenaza o una confrontación en la próxima elección, que es cierto. Pero más allá de eso, que es natural y propio del sistema democrático, mirado desde el punto de vista de los problemas estructurales, creo que es una oportunidad para la Argentina, que es lo más importante, pero también para el Gobierno. Porque no hay forma de que lo que hemos vivido hasta ahora, que es la estabilidad y el rebote después de la gran crisis, se transforme en un proceso de desarrollo si no cambiamos, por ejemplo, los impuestos. Por ejemplo, si no eliminamos Ingresos Brutos, impuesto al cheque o las tasas municipales o si no cambiamos la legislación laboral o si no resolvemos el tema de la coparticipación.
Ignacio Torres (Chubut), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Martín Llaryora (Córdoba), Carlos Sadir (Jujuy) y Claudio Vidal (Santa Cruz) confirmaron la formación de una alianza electoral.
Y para hacer esos cambios, por más bien que le vaya al Gobierno nacional no lo va a poder hacer porque está matemáticamente probado que aún con un resultado espectacular, el oficialismo seguirá necesitando en el Congreso el aval de parte de la oposición. Lo más importante es que todas estas reformas necesitan también el aval y el apoyo de una mayoría de las provincias. Los gobernadores de Grito Federal ayudarán a hacer las reformas que Milei solo no puede.
A este grupo seguramente se pueden integrar otros gobernadores que ahora por esta cuestión electoral no están sumados, pero que conceptualmente se podrían colocar en la misma posición, como el gobierno de Mendoza o de Entre Ríos. Y si este grupo genera un esquema, un planteo político de racionalidad económica y pro-reformas, creo que es la única oportunidad que tenemos de abordar estos cambios que son imprescindibles. De manera que yo resalto la importancia estratégica que tiene para Argentina. Probablemente esto octubre veamos enojos y la puja propia de un proceso electoral, pero mirando más allá de octubre es la salida para encarar lo importante que son todos estos cambios que requieren de manera imprescindible del apoyo de estos gobiernos.
Eso, eso 2025-2027. ¿Y qué significa en 2027-2031? ¿Qué diferencias económicas hay entre lo que representan? Hay coincidencias en cuanto a qué reformas hay que hacer, pero intuyo que, dado el planteo para 2027, hay diferencias respecto de lo que no hace o no sabe hacer este Gobierno, y sí podría hacer el que representara las Provincias Unidas.
Yo me quedo con la agenda del Pacto de Mayo, donde están todas estas reformas y donde estuvieron todos estos gobernadores y el gobierno nacional. Creo que los gobernadores están convencidos de esos cambios, que apunta a una economía que piensa en lo productivo y pensar en la competitividad, en la posibilidad de generar inversiones, generar empleos, requiere de revisar los impuestos, revisar la legislación laboral y revisar el régimen de coparticipación. Nos guste o no, habrá que ir juntos porque de lo contrario sería imposible hacerlo. Después se verá cómo la democracia lo define dentro de dos años, pero lo importante es no desaprovechar los dos años que vienen, que son claves para que lo que se ha logrado hasta ahora, que es la estabilidad, empalme con un proceso de crecimiento.
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