Miércoles, 28 de mayo de 2025   |   Campo

Organismo internacional destaca la estrategia argentina en la lucha contra la fiebre aftosa

Organismo internacional destaca la estrategia argentina en la lucha contra la fiebre aftosa

En el contexto del debate sobre la importación de vacunas veterinarias, la Organización Mundial de la Sanidad Animal (OMSA) presentó en París su primera evaluación anual sobre las tendencias, riesgos y desafíos relacionados con las enfermedades animales a nivel global. Un dato destacado durante el evento fue que las enfermedades animales están surgiendo en áreas que antes no habían sido afectadas. Se señaló que casi la mitad (47%) de estas enfermedades son zoonóticas, lo que implica que pueden transmitirse de animales a humanos. Se destacó el exitoso control de la fiebre aftosa en Argentina, atribuido a mejoras en los protocolos de vacunación, la calidad de las vacunas utilizadas y la activa participación del sector privado bajo la supervisión del Estado.

Este escenario refuerza la necesidad de adoptar una visión integral de la sanidad, bajo el enfoque de “una sola salud”, que vincula la salud animal, humana y ambiental. El informe presentó dos casos ejemplares de programas de vacunación contra esta enfermedad: Argentina y Turquía. En el caso argentino, se destacó que durante los brotes anteriores de fiebre aftosa, la vacunación de bovinos y búfalos resultó ser una estrategia clave. Este jueves, se entregará a Brasil y Bolivia el certificado que acredita su estatus como países libres sin vacunación, en el marco de la asamblea y foro.

Se subrayó que, al igual que otros países de Sudamérica, Argentina ha estado trabajando durante décadas para controlar la fiebre aftosa. No obstante, desde principios de la década de 1990, el país logró un avance significativo en el manejo de la enfermedad. Uno de los cambios más importantes fue el reemplazo de las vacunas basadas en saponina por aquellas adyuvantadas con aceite, donde los adyuvantes son componentes que mejoran las respuestas inmunes.

Según el experto Sergio Duffy, de la Universidad de Minnesota, un factor crucial para este avance fue el fortalecimiento de los estándares de aprobación de vacunas por parte del Senasa. Asimismo, se incrementó el número de dosis protectoras necesarias para la aprobación de cada serie de vacunas, lo que resultó en una mejora considerable de la calidad de las vacunas empleadas en el campo.

El informe también destacó que es esencial que las vacunas utilizadas cumplan con las normas internacionales de la OMSA, sean a base de virus inactivados y que las cepas del virus en la vacuna coincidan antigénicamente con las que circulan en el campo.

Durante el periodo analizado en el informe (enero 2024 – mayo 2025), 18 países notificaron a la OMSA un total de 216 brotes de fiebre aftosa, incluyendo 29 eventos epidemiológicos excepcionales. La mayoría de estos brotes fueron causados por el serotipo O (57%), seguido de los serotipos SAT 1 y SAT 2 (16%). Se destacó que Sudáfrica reportó la primera aparición del serotipo SAT 3 en una región determinada, mientras que China notificó el primer caso del serotipo O. También se localizaron nuevas cepas en Sudáfrica (SAT 1), los Territorios Autónomos Palestinos (O) y las Comoras (SAT 1), además de la recurrencia de la enfermedad en 15 países, incluidos Alemania, Hungría y Eslovaquia.

Ante esta situación, la OMSA hizo un llamado a invertir en el fortalecimiento de los Servicios Veterinarios nacionales y en la mejora de la coordinación global y regional. Además, destacó la importancia de desarrollar sistemas eficaces de vigilancia de enfermedades, lo que incluye herramientas de diagnóstico avanzadas que permitan diferenciar entre animales vacunados y aquellos infectados, facilitando así un seguimiento preciso y transparencia comercial.

En relación con la fiebre aftosa, se enfatizó que los servicios veterinarios son fundamentales para la prevención y control de esta enfermedad. Su labor es vital en la vigilancia, la educación de los productores, la garantía de prácticas comerciales seguras y la respuesta adecuada a los brotes. Se concluyó que la eficacia de estos esfuerzos depende de un sólido apoyo gubernamental, que incluya financiamiento y recursos suficientes para implementar medidas de bioseguridad, vigilancia y campañas de vacunación cuando sea necesario.

El informe, que abarca desde la disponibilidad de vacunas hasta el uso de antibióticos, alerta sobre un panorama en constante cambio y desafíos significativos, con repercusiones tanto para la salud animal como para la salud humana. Se advierte que el acceso global a vacunas para la ganadería sigue siendo desiguales y que los esfuerzos para erradicar estas enfermedades enfrentan serias dificultades financieras y políticas. La OMSA también subrayó que la ampliación de la vacunación del ganado es una estrategia clave no solo para prevenir enfermedades, sino también para mitigar los riesgos asociados a la resistencia antimicrobiana.

Déjanos tu comentario: