Que ahora el diputado/candidato Rogelio Frigerio se preocupe por la pobreza en Concordia es un gesto demagógico profundamente irónico.
El mismo Frigerio que junto a Macri hundió al país en una de sus peores crisis y llevó a millones de argentinos a la pobreza y la desesperación, ¿descubre ahora la pobreza en Concordia porque lo leyó en Infobae y ahora le duele que haya gente pobre?
El mismo Frigerio que junto a Macri y sus socios paralizó obras, dejó a miles de trabajadores en la calle y destruyó la educación y el sistema de salud, ¿ahora resulta que es un político comprometido socialmente en la lucha contra la pobreza?
Esta vez, según parece, los asesores de marketing y publicidad de la campaña de Frigerio fueron un poco más lejos, superándose a sí mismos en el nivel de cinismo que emplean.
Porque una cosa es un porteño fingiendo ser entrerriano y diciendo cualquier cosa para congraciarse con un electorado que algunas veces pierde la memoria, pero otra muy distinta es mostrarse afligido por una realidad en la que tanto Frigerio como Macri y la dirigencia de Juntos por el Cambio tienen un alto grado de responsabilidad que no pueden desconocer.
Con mucho compromiso y esfuerzo, los equipos del intendente Enrique Cresto trabajan desde el primer día de gestión en conjunto con Nación y Provincia, con las instituciones, las organizaciones sociales y con tanta gente que anónimamente aporta su vocación solidaria para mitigar, con las herramientas que tiene a mano el gobierno local, el impacto en los sectores populares de los problemas de la macroeconomía y las variables del escenario nacional.
Así como también hay políticas públicas, obras estratégicas y acciones concretas que generan oportunidades de una mejor calidad de vida para las familias más vulnerables.
Hay un estado municipal presente en cada barrio de la ciudad para dar la cara a los problemas y gestionar respuestas en el territorio.
Y si esto no fuera así, seguramente los indicadores que hoy nos alarman serían aún peores. Por eso, cuando la Argentina se caía a pedazos y Macri nos endeudaba rifando el patrimonio nacional al mejor postor, en Concordia hubo una gestión municipal que contuvo, que trabajó en equipo, que construyó consensos y objetivos comunes para que Concordia se mantuviera de pie.
Hoy el escenario es otro, pero las dificultades económicas persisten, habida cuenta que este gobierno aún pelea para sobreponerse al endeudamiento de la gestión de Cambiemos, las consecuencias de la pandemia y los conflictos internacionales y la presión permanente de los grupos de poder.
Hoy desde Concordia no podemos arreglar la economía ni bajar la inflación, que le muerde el bolsillo a las familias trabajadoras y encarece el costo de vida.
Lo que podemos hacer, y se hace desde el primer día y todos los días, es trabajar, estar cerca, contener, asistir, ayudar y abrir puertas a un proyecto de vida diferente para muchas familias.
Eso es lo que hace el municipio, eso es lo que hace el Intendente y los equipos de la gestión local, eso es lo que se hace trabajando en conjunto con la gente y las instituciones que está seriamente comprometidas con esta lucha, no como los políticos oportunistas que se enteran que hay pobreza cuando el tema es título de los diarios y la televisión.
De cualquier modo, si Frigerio se interesara en lo que le pasa a los pobres, podría salir con Larreta a recorrer las calles de Buenos Aires, la ciudad más rica y privilegiada del país, para hablar con las familias que duermen en los cajeros de los bancos, con los niños que esperan una limosna en las puertas de los teatros y los cines, con los cirujas que revuelven la basura para conseguir comida en los contenedores, mientras la policía porteña no los persigue y maltrata.
Porque definitivamente en lo que se refiere a nuestra ciudad, Frigerio no conoce la realidad y se olvida, o finge olvidar, el enorme daño que junto a Macri le hicieron a Concordia y a la provincia que pretende gobernar.
(*) Concejal del PJ Concordia.