“Tenemos que volver a reconstruir
el espacio de los militantes, de los cuadros, tenemos que volver a valorar la
política”. (Néstor Kirchner, discurso en el Encuentro de la Militancia, 2004)
Como militante peronista y
Secretario General del PJ Concordia, comparto algunas reflexiones sobre la
postulación del compañero Adán Bahl a la Gobernación de la Provincia,
proclamada esta tarde por nuestro Gobernador y Presidente del Partido en Entre
Ríos, Gustavo Bordet.
Habiendo conversado en las
últimas horas con compañeros y compañeras de Concordia y diferentes localidades
entrerrianas sobre esta decisión, considero que es nuestro deber alzar la voz
en defensa de la participación y libre elección de nuestros candidatos, tanto
en el ámbito provincial como en cada ciudad y pueblo de Entre Ríos.
Con este contexto político
nacional, no están dadas las circunstancias para la consagración de un
candidato único avalado por el Gobernador, como tal vez lo estuvieron en los
tiempos en que otros dirigentes - como Jorge Busti o Sergio Urribarri, con un
perfil de conducción diferente al de Bordet - apelaron a esa estrategia.
Hoy un candidato “oficial”
jugaría con ventaja en las internas, por el apoyo de la estructura provincial y
el respaldo político del Gobernador, pero correría el riesgo de no representar
cabalmente las diferentes expresiones del peronismo y otros sectores que
quedarían fuera de la cancha en un contexto donde al peronismo no le sobra
nadie.
Está claro que el Gobernador
tiene la responsabilidad de definir una estrategia y nadie duda sobre la
relevancia de su imagen y peso político en esta contienda, pero faltaríamos a
nuestro compromiso militante si no insistimos en la importancia de considerar
otros proyectos y espacios que pudieran tener una visión diferente,
principalmente en este escenario adverso que enfrenta el peronismo.
Las internas, con reglas claras y
en igualdad de condiciones, legitiman candidaturas y fortalecen al partido,
otorgándole mayor competitividad a la fórmula consagrada por la libre
participación de los militantes en todo el territorio provincial.
Hoy - cuando todos y cada uno de
los compañeros y compañeras peronistas son necesarios en esta lucha - limitar o
condicionar el derecho a elegir y ser elegidos puede traducirse en una menor
participación y movilización de las bases, lo que constituye un serio riesgo
ante el avance de los candidatos opositores y las manifestaciones de la extrema
derecha.
Es importante también observar en
este análisis el contexto nacional. Con la definición anticipada de
candidaturas únicas cuando a nivel nacional el Frente de Todos aún no tomó
definiciones en tal sentido, y faltando tanto para el cierre definitivo de
listas, se desaprovecha un tiempo de análisis y definición que podría alinear
la estrategia provincial con la nacional, teniendo en cuenta la determinación
de unificar calendarios electorales.
En otras palabras, si bien
estamos rodeados de ríos no somos una isla política en la que podamos
prescindir completamente de las decisiones que adopten nuestros referentes
nacionales, contemplando una premisa básica: no hay ciudad que se desarrolle en
una provincia que no se desarrolla y no hay provincia que crezca en un modelo
de país que no le da oportunidades de hacerlo.
Es importante entonces vernos y
comprendernos como parte de una construcción que trasciende las fronteras de
nuestra provincia y representa un elemento de fundamental importancia en el
debate del país que queremos los argentinos y argentinas.
Por otra parte - haciendo uso de
mi derecho a expresarme como militante e integrante del espacio político que
conduce el compañero Enrique Cresto - debo decir también que varios compañeros
y compañeras le hemos solicitado al compañero Cresto que dispute la candidatura
a Gobernador de la Provincia, aún en la comprensión que lo haría enfrentando al
aparato provincial y la dirigencia afín al Gobernador, pero en el
convencimiento que es un cuadro político con una fuerte impronta peronista y
militante, que ha demostrado capacidad de gestión y conducción, que es parte de
una construcción colectiva que abarca todo el territorio provincial y que
representa tanto la continuidad de lo bueno que se hecho como la oportunidad de
consolidar las transformaciones que faltan para garantizar el crecimiento de
Entre Ríos y el bienestar de su gente.
Asimismo, consideramos que
nuestro espacio político debe apostar a una fórmula propia en Concordia, que
nos permita afianzar las obras estratégicas, las políticas públicas de
generación de empleo y desarrollo con inclusión y el modelo de eficiencia y
transparencia que rige el funcionamiento del gobierno local.
Decimos también en este aspecto
que pueden, y deben, constituirse alianzas y acuerdos, donde nuestro espacio
esté plenamente representado, pero que estos compromisos deben preservar tres
condiciones esenciales: fomentar la participación de los militantes, la continuidad
de la obra transformadora de esta gestión y la voluntad de priorizar los
intereses de Concordia por encima de cualquier otro interés.
Finalmente, remarco que estas
líneas no tiene propósito de confrontación ni disputa, sino más bien alientan
el sano y necesario debate que las bases peronistas debemos darnos en esta
instancia, teniendo en cuenta la responsabilidad histórica que enfrentamos en
las próximas elecciones, donde el peronismo debe representar, sin duda alguna,
la esperanza de los sectores populares y la determinación de defender la causa
de las mayorías.
(*) Militante Peronista. Secretario
General del Consejo Departamental del Partido Justicialista de Concordia