He sido diputado de la Nación,
diputado de la Provincia y convencional que redactó la Constitución de Entre
Ríos. He ejercido mi rol de oposición, siempre preservando las instituciones,
que ha sido algo que nos ha caracterizado a los radicales en el ejercicio de la
consolidación democrática.
Al observar la decisión del
bloque de diputados de firmar el pedido de juicio político al actual Presidente
de la Nación, observo que, empujados por un supuesto rol opositor, se banaliza
ligeramente la figura del juicio político y se pisotea la historia del respeto
de las instituciones que el radicalismo siempre ha tenido.
Las expresiones vertidas por el
Presidente pueden ser condenables, y desde ya lo hago, en términos políticos.
Porque una declaración de prensa, por más que sea del Presidente de la Nación,
debe ser respondida de igual manera y nunca convertirse en una oportunidad de
mellar el sistema constitucional poniendo en funcionamiento la posibilidad de
establecer un juicio político.
Fui autor, junto a otros convencionales,
del Artículo 52 de la Constitución de la Provincia que establece que por
incumplimiento de la plataforma electoral o de los deberes propios del cargo,
podrán los ciudadanos comunes revocar el mandato de todos los funcionarios
electivos, luego de transcurrido un año del comienzo del mismo.
Es decir que es una cláusula
que supera, inclusive, lo que puede ser el juicio político y que está
reglamentada de tal manera que pueda ser puesta en funcionamiento, no para
deteriorar el régimen electoral y la representación pública y mucho menos la
voluntad popular, sino para garantizar la relación entre el ciudadano y sus
propuestas políticas o plataforma.
El radicalismo, el marco de la
alianza que se mantenga, tiene que prepararse para ganar las elecciones y
gobernar. No para perseguir el desgaste del actual gobierno, que lo único que
genera es una especie de violencia, que nada le sirve al país ni soluciona los
problemas que les están ocurriendo a la gente, día a día, en su supervivencia
social y económica.
Si no nos gusta el actual
gobierno nacional, si no ha cumplido con las promesas electorales, en el 2023
debemos volver a ser gobierno, corregir errores y ganarnos la voluntad popular.
Ese es el único mecanismo que conozco que debe funcionar en democracia. Lo
demás es una clara banalización de figuras como, en este caso, el juicio
político.
No comparto electoralmente el
posicionamiento del diputado nacional Manes, pero coincido con su determinación
de no banalizar la figura del juicio político, al no haber firmado dicho
pedido.
(*) Ex diputado nacional, ex diputado provincial, convencional constituyente y líder de Alternativa Radical