Miércoles, 17 de septiembre de 2025   |   Justicia

Nutrísima SRL: la millonaria estafa que impacta a María Grande y compromete al intendente local

Nutrísima SRL: la millonaria estafa que impacta a María Grande y compromete al intendente local

En el corazón de María Grande, una empresa que durante mucho tiempo impulsó el sector lácteo se ha convertido en el centro de una presunta mega estafa. Esta situación involucra al actual intendente, su familia y más de 28 firmas de Entre Ríos, Santa Fe y Corrientes. Nutrísima SRL enfrenta a la fecha ocho denuncias penales y siete civiles, con 497 cheques rechazados que suman casi 900 millones de pesos, y una deuda financiera que supera los 1.500 millones, además de compromisos por ventas futuras que no cumple, que ascienden a aproximadamente 3.000 millones de pesos. Aunque su historia se remonta a hace más de dos décadas, el colapso se intensificó en los últimos meses.

Fundada el 1 de noviembre de 2003, Nutrísima SRL surgió de la colaboración entre Héctor “Cheru” Solari, actual intendente en su segundo mandato por Cambiemos/La Libertad Avanza, y Horacio Prémoli. Ambos veterinarios, formados en la Universidad Nacional de Corrientes, compartieron la gerencia y la pasión por el negocio lácteo, con Solari poseyendo el 66,68% de la firma y Prémoli el 33,2%.

La empresa operaba desde Urquiza 268 en María Grande y tuvo un perfil bajo durante muchos años. Sin embargo, en 2019, los movimientos societarios empezaron a generar sospechas.

El 17 de abril de 2019, justo antes de lanzarse a la política como candidato a intendente, Solari vendió parte de sus cuotas de Nutrísima SRL a Nahuel Matías Ferrarotti, también propietario de De Campo Litoral, que tiene tres sucursales en Paraná dedicadas a la venta de fiambres y quesos. Con esto, la sociedad quedó conformada por Solari con un 33,34%, Prémoli con un 33,33% y Ferrarotti con otro 33,33%.

El 5 de enero de 2022, Solari transfirió gratuitamente el 33,34% de sus acciones a su hijo, Lautaro Solari, en plena segunda gestión como intendente, con el consentimiento de su esposa, la abogada Carolina Rico. Así, Lautaro se unió a Prémoli y Ferrarotti en la sociedad.

En enero de 2024, los socios designaron a Prémoli como único gerente, pero en el registro de deudores del Banco Central, el actual intendente Solari sigue siendo firmante de cheques rechazados por falta de fondos, lo que sugiere que su salida formal de la gerencia fue omitida, un detalle crucial en el entramado que se estaba formando.

Nutrísima comenzó a operar bajo un sistema de venta de bienes y servicios a futuro, exigiendo pagos anticipados con cheques físicos o electrónicos, emitiendo facturas correspondientes y comprometiéndose a entregar productos que, en muchos casos, nunca llegaron a empresas de María Grande, Cerrito, La Paz, Santa Fe, Villaguay, Corrientes, Crespo y otras localidades.

La operación era sencilla pero efectiva: la empresa vendía los cheques de pago diferido que recibía de las pymes que pagaban por adelantado, a bancos y mutuales, logrando obtener dinero en efectivo en el momento de la negociación, sin esperar a que esos cheques vencieran. Por cada cheque recibido, por ejemplo, de un millón de pesos, Nutrísima podía recibir 900.000 en efectivo.

A pesar de emitir facturas por quesos y servicios, la entrega de los productos nunca se concretaba, lo que generó una deuda que, según denuncias y acreedores, suma 3.000 millones de pesos. Además, la empresa enfrenta problemas por cheques emitidos a sus proveedores que han sido rechazados, acumulando deudas con bancos, mutuales, financieras y SGRs que superan los 1.500 millones de pesos.

Según fuentes cercanas a la investigación, los balances de Nutrísima estarían inflados, ya que emitía facturas antes de entregar productos, presentando como ventas actuales lo que en realidad eran compromisos futuros, una táctica que le permitió obtener préstamos y negociar cheques por montos significativos.

La gran pregunta ahora es: ¿dónde está el dinero que otorgaban los bancos y mutuales? La empresa cuenta con solo 105 vacas, sin campo propio, y solo dispone de una planta de producción, tres camiones y herramientas menores. Ni la venta de todos los activos de la empresa ni el patrimonio de los socios podrían cubrir una deuda que hoy ronda los 5.500 millones de pesos.

El 29 de junio, poco antes de la feria judicial de invierno, Prémoli avisó a los acreedores que no podría cumplir con sus compromisos. Desde entonces, han pasado más de 75 días sin que se haya cubierto un solo cheque ni se haya entregado la mercadería prometida.

En la actualidad, la deuda asciende a 1.554.816.000 pesos, más 900 millones en cheques rebotados y 3.000 millones de pesos en pagos anticipados que no pueden ser cumplidos debido a la incapacidad real de la empresa de hacerlo, contando con solo cuatro empleados registrados.

Se estima que el perjuicio total ronda los cuatro millones de dólares. Las empresas afectadas se ven obligadas a vender activos para afrontar los cheques que emitieron a Nutrísima, con muchas llegando a enfrentar riesgos de concurso o quiebra.

A pesar de las múltiples solicitudes de respuestas, ni los socios ni el hijo del intendente Solari, Ferrarotti o el actual gerente Prémoli han ofrecido solución alguna y han dejado de contestar los teléfonos.

También se supo que, tras comunicar a los acreedores su incapacidad para cumplir con los compromisos, el gerente fue internado durante diez días en el Sanatorio Adventista del Plata por un problema de salud. Sin embargo, ahora se le ve en el pueblo, caminando o andando en bicicleta, mientras Nutrísima continúa operando y vendiendo en su local de Urquiza 298. Los empresarios afectados luchan por salvar sus negocios.

La confianza que se había forjado a lo largo de los años en el entramado productivo regional se está derrumbando. “Nos traicionaron”, expresó un empresario, añadiendo su esperanza en que la justicia actúe con rapidez.

Relató una situación que vivió una empresa de Corrientes que, tras pagar 60 millones en cheques diferidos por mercadería, no recibió un camión completo de quesos que Nutrísima se había comprometido a entregar. Como no pudo comunicarse con el gerente debido a su estado de salud, contactó a Lautaro Solari, quien le respondió que no podían entregar mercadería si no se pagaba en efectivo, a pesar de que el pago con cheques electrónicos había sido aprobado por Prémoli.

El empresario se sorprendió, pero lo que más lo indignó fue la propuesta de Nutrísima para recuperar su inversión: pagar 14 millones en efectivo por cada compra de 15 millones, descontando uno de la deuda y recuperando así su inversión en 60 meses.

Fuentes judiciales indicaron que la deuda podría ser mayor, ya que hay cheques emitidos por Nutrísima con vencimiento hasta marzo de 2026. Además, muchos acreedores no pueden denunciar la situación porque carecen de recursos para llevar su caso a la justicia, al considerar que las posibilidades de cobro son mínimas. La combinación de la falta de flujo de dinero, el patrimonio insuficiente de la empresa y los antecedentes negativos impiden que pueda solicitar asistencia financiera. La situación es compleja para todos los involucrados, tanto para los denunciantes como para los afectados.

Las denuncias penales por las estafas se encuentran en la Unidad Fiscal de Paraná, dirigida por Jimena Ballesteros, mientras que las demandas civiles están en diversos juzgados del fuero.

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