
El trigo argentino atraviesa una situación inédita: inicia un mes clave con la posibilidad concreta de alcanzar una cosecha histórica de 23 millones de toneladas, según la primera estimación elaborada por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
El número iguala el récord del ciclo 2021/22 y se apoya en una combinación de buenas reservas hídricas, lluvias extraordinarias y excelente estado general de los cultivos en casi todo el país.
“Nunca vimos a los trigos así”, afirma Cristián Russo, jefe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la BCR. “Incluso técnicos con más de 30 años de experiencia coinciden en que no recuerdan un escenario tan favorable”, agrega.
Con 6,9 millones de hectáreas sembradas, el cultivo se benefició de las lluvias otoñales que recargaron los perfiles. Luego, julio y agosto aportaron precipitaciones excepcionales, con registros históricos como el de Gancedo (Chaco), donde agosto de 2025 superó los 115 años de marcas mensuales.
Esta recarga fue decisiva: permitió recuperar lotes que estaban al borde del fracaso por falta de agua.
“El trigo venía de sufrir una sequía muy severa y parecía condenado, pero las lluvias de invierno cambiaron por completo el panorama”, explicó Russo. “Hoy vemos rindes que duplican los promedios históricos en varias provincias del norte”.
En Chaco y Santiago del Estero, se proyectan rendimientos de entre 20 y 23 quintales por hectárea, equivalentes a dos cosechas normales para esas regiones.
En Córdoba, técnicos destacan que incluso lotes sembrados como cobertura “de tan buenos que están se dejan para cosecha”.
En Entre Ríos, el SIBER (BCER) informó que la proporción de trigos en condición “muy buena” se duplicó respecto del año pasado, cuando el promedio fue de 36 qq/ha.
En Santa Fe, el norte y centro provincial apuntan a rindes superadores sin limitantes hídricas. La región núcleo, con una base de 40 qq/ha, podría aportar cerca de un tercio del total nacional, mientras La Pampa también se perfila con excelentes expectativas.
“La foto general es impresionante: en casi todas las regiones los técnicos coinciden en que nunca vieron trigos tan desarrollados y con tanto potencial”, destacó Russo.
La provincia de Buenos Aires presenta un panorama mixto. Por un lado, lidera las expectativas de rendimiento, con un promedio proyectado cercano a 40 qq/ha, consolidándose como cabeza de pelotón.
Por otro, enfrenta la pérdida de más de 210.000 hectáreas debido a los excesos hídricos, sobre todo en el centro-norte provincial. Las lluvias acumuladas entre enero y octubre superaron los 1.100 a 1.500 milímetros, casi el doble de lo habitual.
“Buenos Aires es la contracara de esta campaña: tiene un potencial enorme, pero también las pérdidas más grandes por anegamientos”, explicó Russo. “Las tormentas se concentraron en otoño e invierno, algo muy inusual para la provincia”.
Para alcanzar los 23 millones de toneladas, la BCR estima un rendimiento promedio nacional de 35,4 qq/ha, pese a un descuento de 403.000 hectáreas por anegamientos.
Por provincias, los promedios proyectados serían los siguientes:
-Córdoba: 35,5 qq/ha (muy por encima de los 23,7 qq/ha del 2024)
-Santa Fe: 38 qq/ha (frente a menos de 30 qq/ha del año pasado)
-Santiago del Estero y Chaco: entre 20 y 22 qq/ha