El reclamo se inició como consecuencia de la baja rentabilidad de las estaciones, que argumentan tener ingresos congelados desde 2003 y una suba en los costos del 200%. Ello llevó a la quiebra, sostienen, de unas 2.000 estaciones.En el comunicado emitido por Cecha, se afirma: “Somos las más perjudicadas del sistema con una rentabilidad cada vez menor a pesar de ser el eslabón más importante en la cadena de comercialización” y añade: “Nuestras 4.500 empresas, en su mayoría pymes familiares, generan más de 60.000 puestos de trabajo a nivel nacional y aportamos por adelantado sumas millonarias al Estado en impuestos”.
Por otro lado, menciona que “más del 60% del precio de los combustibles corresponde a impuestos que merman más los ingresos de las estaciones, mientras los balances de las compañías petroleras multinacionales exhiben excelentes resultados”.
Frente a esta situación, piden la intervención del Gobierno para que sin necesidad de un incremento de precios de los combustibles, se revea el margen de rentabilidad a través de establecer subsidios como el vigente para el transporte o reducir impuestos.
Según consignó González, las estaciones de servicio se habían impuesto un plazo para recibir respuestas del gobierno nacional, que vencía precisamente el día de la reunión.




