
Durante dos días, la cuenta de Facebook de Cristian Auguadra permaneció abierta como una ventana sin seguro. Un descuido que en cualquier funcionario sería un papelón; en el flamante jefe de los espías, dejó perpleja a toda la comunidad de Inteligencia. En esa cuenta había de todo: selfies en aviones, fotos con familiares, imágenes desde distintos lugares del mundo, vínculos, recuerdos, tarjetas laborales e incluso la licencia de conducir de su hijo con la dirección visible. Una torpeza que, puertas adentro, todavía no logran explicar.
Lo más llamativo no fue tanto el contenido como la negligencia para preservar la privacidad por parte de un funcionario de la SIDE. Auguadra ya trabajaba en el organismo desde el año pasado. Su ingreso como Inspector General de Asuntos Internos le había dado acceso a la maquinaria interna, a los pasillos donde se revisan sumarios, donde se auditan fondos reservados y donde cada movimiento queda registrado.
Reportes
En Casa Rosada lo veían con frecuencia: los registros muestran entre dos y cuatro visitas por mes durante los últimos cinco meses. En junio entró dos veces para reuniones; en julio, cuatro; en agosto, tres; en septiembre, cuatro, y en octubre, tres. La mayoría de esas charlas fueron con Santiago Caputo, el asesor presidencial. Y casi siempre lo acompañaba José Lago Rodríguez, el hombre que Caputo puso en la SIDE para ordenar los asuntos legales y administrativos de la inteligencia.
Uno auditor y otro experto en contratos, manejando la SIDE. El cuadro resulta peculiar. En el ecosistema de espías circulan dos hipótesis sobre esta dupla. Una: que la pareja técnica llegó para transparentar un organismo acostumbrado a manejar presupuestos sin demasiadas explicaciones. La otra: que desembarcaron para lo contrario y que la administración quirúrgica tenga como finalidad un desvío de fondos más prolijo. Por ahora son comentarios susurrados.
Pasado
Auguadra tiene un recorrido profesional alejado del mundo de la Inteligencia o la Seguridad. Su carrera siempre estuvo cerca de los números: la asesoría fiscal, la consultoría legal, el análisis de riesgos y la gestión pública. En 2000 fundó Interpesos SA, una empresa de intermediación crediticia que combinaba bases de datos, plataformas digitales y licencias comerciales. En 2004, el macrismo lo propuso para el directorio del Banco Ciudad.
Quedó envuelto en denuncias por supuestas irregularidades con títulos públicos, un caso que no prosperó judicialmente, pero que dejó en evidencia su cercanía con el macrismo. Años después, en 2012, creó West Transfer SRL, una firma de transporte privado que operó hasta 2015 y que, además del servicio turístico y corporativo, incursionó en rubros como concesiones y compraventa de inmuebles en la zona oeste. +
Contrainteligencia
En 2013 constituyó una sociedad llamada AV Brokers Inmobiliarios junto a su esposa, Valeria Fillmore. En 2021 creó otra, Cerrito Broker, junto a Héctor Hermida, con quien además trabajó en la filial argentina de la consultora Global Consultancy Services, especializada en asesoramiento a empresas. Su llegada formal a la SIDE fue en noviembre de 2024, con un cargo sensible: Inspector General de Asuntos Internos. El 2 de diciembre de 2025 el presidente Javier Milei lo designó como jefe, con el aval explícito de Santiago Caputo.
En ese marco, la filtración de su Facebook dejó una sensación extraña, sobre todo porque nadie detectó la falla durante dos días. Menos aún los agentes que trabajan en Contrainteligencia, esos que pasan gran parte del día buscando rastros digitales ajenos. No la vieron venir. A Auguadra le esperan desafíos más complejos que ordenar su privacidad, pero el comienzo fue abrupto. La cuenta de Facebook ya se cerró.





