

El Gobierno nacional ha hecho oficial la designación de las nuevas autoridades que liderarán la recientemente creada Administración Nacional de Establecimientos de Salud (ANES), un organismo descentralizado resultado de la fusión de varios hospitales e institutos bajo la jurisdicción del Ministerio de Salud.
Esta medida se formalizó apenas dos días después de la publicación del Decreto 459/2025, que especifica la fusión en la gestión de los hospitales Doctor Baldomero Sommer; Profesor Alejandro Posadas; Dr. Ramón Carrillo; Hospital Nacional en Red Especializado en Salud Mental y Adicciones “Licenciada Laura Bonaparte” y el Instituto de Rehabilitación Psicofísica del Sur (INAREPS).
Según lo establecido en el Decreto 465/2025, publicado en la madrugada en el Boletín Oficial, el doctor Diego Pablo Masaragian ocupará el cargo de administrador, con rango y jerarquía de secretario, y será responsable de liderar el proceso de fusión y dirigir el funcionamiento de los establecimientos incluidos en la nueva estructura.
La normativa también designó al doctor Germán Lizziero como Director Ejecutivo del Hospital Baldomero Sommer; el doctor Gustavo Antonio Marrone asumirá la dirección del Ramón Carrillo; y el doctor Luis Quintas estará al frente del Posadas. Nicolás Alejandro Marini liderará el INAREPS, mientras que el doctor Osvaldo Bruno Panzuto fue nombrado Director Ejecutivo del Bonaparte. Todos estos profesionales de la salud ejercerán sus funciones con rango y jerarquía de subsecretario.
El decreto subraya que, de acuerdo a la nueva normativa, la dirección de la ANES se organizará en torno a un administrador nacional, respaldado por un director ejecutivo de coordinación legal y administrativa, además de los directores ejecutivos de cada uno de los establecimientos hospitalarios.
A inicios de la semana se oficializó que existiría una Dirección Ejecutiva Médica específica para cada nosocomio, que responderá a una especialidad o estructura asistencial particular.

Desde la cartera explicaron los motivos que llevaron a la creación del nuevo organismo. La viceministra de Salud de la Nación, Cecilia Loccisano, detalló que “con esta decisión buscamos simplificar la gestión administrativa, financiera y legal de cinco hospitales nacionales”. “Encontramos muchas cosas que estaban mal, irregularidades, curros, situaciones que se venían repitiendo año tras año”, declaró en diálogo con Radio Rivadavia.
Tras revisar esos procedimientos, el costo de adquisición de vacunas disminuyó de 60 a 37 millones de dólares, gracias a un cálculo más ajustado, la implementación de nuevas reglas de competencia y el incremento de oferentes. “Se generó un ahorro de 23 millones. Esto no solo se debió a una mejor estimación, sino también a la actualización de los criterios de competencia”, señaló Loccisano.
De acuerdo con sus declaraciones, las irregularidades detectadas abarcan desde compras de medicamentos a precios superiores a los del mercado, hasta la eliminación regular de vacunas debido a fallas en la planificación. En ese sentido, mencionó que, como resultado de estas malas prácticas, en los últimos cuatro años se destruyeron dosis de vacunas antigripales valuadas en 14 millones de dólares. “Se realizaban compras preventivas, se repetían las adquisiciones basadas en estadísticas previas y finalmente se terminaba descartando material”, sostuvo.
La absorción por parte del mismo organismo de salud del Instituto Nacional del Cáncer (INC) formaliza una situación que en la práctica ya existía, dado que el personal, presupuesto y actividades del INC habían estado bajo la órbita del Ministerio desde hace un tiempo.
Las autoridades explican que la reconfiguración no modificará la continuidad de los programas ni del equipo profesional que los ejecuta. El objetivo es simplificar la estructura organizativa para facilitar la gestión y mejorar los procesos administrativos, sin alterar el alcance de las políticas oncológicas nacionales ni afectar la atención a los pacientes vinculados a las líneas de trabajo del Instituto.
Dentro del paquete de medidas que complementa la legislación publicada el lunes, se dispuso la eliminación del Instituto Nacional de Enfermedades Cardiovasculares (INEC). Según precisaron en el Ministerio, el INEC fue creado por ley en 2015, pero nunca llegó a operar de manera efectiva. A lo largo de estos años no contó con sede, personal propio ni recursos presupuestarios, quedando su existencia limitada al plano formal dentro de la normativa, sin haber desarrollado actividades operativas.
A pesar de la repercusión de los cambios, el área que conduce Mario Lugones aseguró que se mantendrán las líneas de acción en cáncer en todo el país y que el personal continuará en sus funciones habituales, garantizando así la prestación de los servicios y el desarrollo de políticas preventivas y de tratamiento. Su estatus se convierte en un organismo descentralizado, asumiendo las facultades, compromisos y obligaciones de las instituciones ahora agrupadas.