E

l obispo presidió el evento religioso que se realizó ayer en el Parque Urquiza denominado la Familia Canta a la Vida y en la oportunidad dio a conocer un documento elaborado en conjunto por la Junta Arquidiocesana de Laicos, movimientos, asociaciones y comunidades que la integran, iglesias evangélicas y comunidad Israelita.
En el texto se expresa la necesidad de que se favorezca la promoción humana social de las familias, sobre todo las más carecientes: que se brinden efectivos servicios de salud que las protejan y alienten en su función procreadora, atendiendo las necesidades de las embarazadas y de los niños por nacer y de los nacidos que requieren ayuda.
Más adelante indican que es preciso seguir trabajando para desterrar la llamada cultura de la muerte, tan lamentablemente difundida. “Es preciso volver a poner en el centro de la existencia la cultura de la vida, que encuentra su raíz primera y última en Dios, su creador”, sostuvo el obispo.
En la cultura de la vida que proclaman, “no hay lugar para el aborto porque todo ser humano merece el respecto como tal desde la concepción”.
Tampoco “para la eutanasia porque todos tenemos un camino inevitable de muerte natural que el hombre no debe torcer a su antojo” y agregó: “Ni caben las mutilaciones como las ligaduras de trompas ni vasectomía, salvo cuando una enfermedad científicamente comprobada aconsejan su intervención. Nunca como un mero método contraceptivo degradante como lo presenta la cultura de la muerte”, dijo y agregó que “como familias apostamos a la cultura de la vida”.
La Junta Arquidiocesana de Laicos organizó ayer un encuentro denominado La Familia canta a la Vida. Se desarrolló a partir de las 14.30 en la zona de la Costanera Baja.
Hubo cantos, música, lectura de textos, bicicleteada y caminata por la vida, suelta de palomas y globos, en torno a la celebración y proclamación de la vida. “Para testimoniar la necesidad de proteger la vida en todos sus aspectos, particularmente la vida humana desde su concepción hasta su muerte natural”, contó Ana de Reffino, encargada del área educación de la Junta Arquidiocesana de Laicos.
El evento pretendió “manifestar que vivir en familia se puede y además es muy hermoso”.
La jornada religiosa que se desarrolló bajo un sol radiante contó con la participación de numerosos ciclistas y caminantes y finalizó con un festival folclórico. Actuaron Las Voces de Montiel, la Banda Roja, Juan Pablo Carrivali, el grupo Redes entre otros.
El evento fue auspiciado por la Municipalidad de Paraná y la Universidad Católica Argentina, sede Paraná.