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En este sentido - continua el Ministro - nuestro gobierno no necesita de ningún paro para asumir y concretar políticas de mejora de la condición docente".“Pensamos también -agregó- que esta decisión de Agmer es un verdadero mensaje a toda la sociedad. Por un lado se aleja de las posiciones extremistas, busca salidas dentro del campo de soluciones y para ello siempre contará con la cooperación de un gobierno que se define dialoguista. Además creo sinceramente que con esta decisión Agmer se acerca a la sociedad levantando la figura del maestro”.
Señaló Urribarri que “despejado el camino de interrupciones –y con el compromiso permanente del gobierno de mejorar la condición docente- es necesario que docentes y gobierno se aboquen al mejoramiento de la educación, al mejoramiento de las cosas que ocurren en el aula, a que nuestros chicos levanten su nivel de aprendizaje y conocimientos. Sin dudas entonces que la superación de esos problemas requiere un enorme esfuerzo de capacitación de parte de docentes y cuerpos directivos y seriedad y continuidad de parte de los gobiernos”.
Urribarri dijo que la semana entrante se convocará a los gremios docentes para establecer un programa acordado en materia de edificios escolares. “Los edificios han sido una prioridad. En este momento tenemos 350 frentes de obra en las escuelas y vamos a seguir mejorando”, señaló el funcionario.
“Debemos hacer nuestro trabajo como gobierno, como docentes, como padres y junto con organizaciones afines debemos ponernos a revisar el sistema para mejorarlo efectivamente y no para cambiar de nombres a los ciclos. Pienso que el gesto de Agmer es una excelente oportunidad para comenzar a cambiar el enfoque del tema educativo”, expresó el funcionario. Y reflexionó acerca de que “los gobiernos hemos tendido a creer que tener el maestro en el aula es suficiente para garantizar una educación de calidad para nuestros chicos. Y eso es falso. La presencia regular del docente en el aula es el principio, la condición necesaria pero de ningún modo suficiente para garantizar una educación de calidad”.
“Los magros índices de la educación entrerriana –continuó- indican que gobierno y dirigencia docente estábamos equivocados: no es sólo una cuestión de que el docente vaya a clases, ni tampoco es un problema estrictamente de salarios bajos. Así que, aunque el gobierno tenga la mayor responsabilidad, es obligación de todos contribuir a la reversión de esa situación”.
“Por tanto –indicó- hay que ponerse a trabajar en todo el proceso educativo desde el nivel inicial hasta la universidad y desde las escuelas de formación docente hasta quizás un nuevo rol voluntario para el docente jubilado. Está todo por hacerse.”, finalizó.