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Lavagna, que se alejó del Gobierno a fines de noviembre pasado, procuró reforzar los argumentos por los cuales el 23 del mes pasado reveló que durante su gestión como ministro de Kirchner había dialogado sobre la cuestión con Tabaré Vázquez.

Lavagna explicó por qué había decidido difundir un comunicado sobre la cuestión: "Sencillamente, porque mientras estaba en funciones tuve una larga entrevista a solas con el presidente Vázquez en la que exploramos algunas ideas [vinculadas con la industria del papel y la posibilidad de que explorar negocios de manera bilateral]".

Añadió que en esa reunión se evaluaron ideas para proteger "el medio ambiente que iban en el sentido de buscar formas de expansión industrial y del empleo conjunto en toda la cadena que empieza en la pasta celulósica y termina con papel, cartón e incluso con la industria de la impresión".

Además de referirse específicamente al encuentro mantenido con Tabaré Vázquez, Lavagna evitó pronunciarse políticamente sobre la actual controversia entre ambos países y reiteró que no hace "política".

Pero admitió ayer que volvió a referirse al tema que tensa la relación bilateral porque después de la emisión del comunicado, "cada cual intentó llevar agua hacia su molino", en relación con la repercusión que tuvieron sus apreciaciones. En distintos círculos se evaluaron sus dichos como el primer paso para incursionar en la política tras haberse alejado del Gobierno.

Por esa razón es que se escudó en el comunicado de enero último en el cual había advertido que "las cuestiones de Estado, estratégicas -y el tema de las relaciones con el Uruguay y la protección del medio ambiente lo son-, no pueden mezclarse con cuestiones electorales tal como ocurrió en Entre Ríos con el caso de las papeleras".

También había señalado que la Argentina había propuesto "complementar con inversiones" en nuestro país para agregar "valor al producto resultante de la producción" de las plantas para "beneficio de ambos países". (La Nación On Line)