E
l ex mandatario uruguayo destacó que, a su juicio, la curiosidad del reclamo se profundiza “si se tiene en cuenta que en Argentina hay siete, ocho o nueve plantas sobre el río Paraná, unas buenas, otras regulares, otras en vías de mejorar”.En declaraciones a radio Mitre, el antecesor del presidente Tabaré Vázquez rechazó terminantemente la sugerencia lanzada meses atrás por el mandatario entrerriano acerca de presuntas coimas pagadas por las empresas encargadas del proyecto al gobierno de Montevideo.
“Las papeleras aquí, por cierto, ni en el gobierno que yo tuve el honor de presidir, ni en el gobierno anterior tuvieron que hacer ningún tipo de aporte de ninguna naturaleza; al contrario, ni siquiera se le planteó”, enfatizó.
Y señaló que “el que habló con los finlandeses permanentemente fui yo”, en alusión a los propietarios de la empresa Botnia. La otra firma encargada de la construcción de la segunda papelera es la española Ence.
“En los países del Mercosur existen masas forestales, en Argentina, en Brasil, en Chile, que se están transformando desde hace mucho tiempo en empresas que se dedican producir pulpa de papel, algunas sobre el río Paraná”, inició su explicación.
Para agregar que, en ese contexto, no vio “a nadie, ni al gobernador Busti, ni a Greenpeace hacer lo mismo para tratar de que la planta de Capitán Bermúdez, que es hoy propiedad de capitales uruguayos, esté cumpliendo con las normas medioambientales que se le están exigiendo, que nosotros exigimos y el mundo exige a todas las plantas nuevas que se instalen”.
El ex jefe de Estado uruguayo consideró que “lo más absurdo” de las enérgicas protestas que se vienen realizando del lado argentino “es que se trata de una cosa contra plantas que no existen, mientras que nunca vi un movimiento contra plantas que existen”.
“Si las papeleras fueran malas, serían malas en todos lados, pero parecería que las únicas malas son estas”, insistió en lamentarse.
Al asegurar que no sabe “cómo se arregla el entuerto” entre su país y la Argentina por este diferendo, recordó que su partido ya no está “en el gobierno. Nosotros estamos apoyando al nuevo gobierno y no queremos interferir”, aclaró.
Luego se manifestó “absolutamente convencido de que si se hace una encuesta en la República Argentina y se le pregunta al pueblo argentino qué opina sobre las papeleras que están en la Argentina, todos van a decir que están bien”.
“Están bien las argentinas, están bien las chilenas y las brasileñas, entonces yo me pregunto: ¿por qué están mal las uruguayas? Es una cosa rara ¿no?”, repitió.
Al defender nuevamente el proyecto de las papeleras, explicó que “la nueva tecnología que se aplica en esta materia es libre de cloro y tenemos en cuenta, además, que esta gente siente que es mucho más fácil trabajar aquí, en el hemisferio sur, haciendo lo mismo que se hace en Brasil, en Argentina, en Chile”.
“Nosotros sentimos que era un proyecto más de los muchos que están instalados aquí en el Mercosur, en el Cono Sur de América, y facilitamos los requisitos institucionales necesarios para que (las plantas de celulosas) se pudieran instalar”, explicó.
“Los finlandeses son el país número uno en el mundo en materia de protección medioambiental; los finlandeses no van a venir al Uruguay a hacer una inversión de arriba de mil millones de dólares para aplicar una tecnología vieja”, concluyó. (DyN)