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ransformado en un verdadero problema de Estado para la gestión de Eduardo Brizuela del Moral, por los costos políticos que le genera, el gobernador abrió el juego a la opinión de los sectores más críticos de la Distribuidora que tiene a su cargo el servicio de energía para 60 mil familias catamarqueñas desde 1995.A pesar de los cuestionamientos, profundizados por los cortes de energía y las bajas de tensión que hacen más insoportable el tórrido verano con temperaturas promedios de 40 grados, el grupo Taselli logró arrancar un preacuerdo provisorio que deberá ser refrendado durante la Audiencia. Si bien no pudieron conseguir un inmediato aumento de tarifas —recién podrán aplicar una suba del 7% en setiembre del 2007— lograron que no se les exijan durante la vigencia del acuerdo los altos niveles de calidad previstos en el contrato de concesión para esta etapa.
En este contexto, no extrañó que las organizaciones locales de usuarios catamarqueñas, criticaran el preacuerdo. "La rescisión ya debería haberse aplicado en forma unilateral por las múltiples falencias que se denuncian porque no invierten y sólo se dedican a facturar", dijo Víctor Bollada, presidente de la Unión de Usuarios de Catamarca. Un dato respalda a los ofuscados usuarios: el ENRE catamarqueño aplicó multas a Edecat por $ 40 millones, en un 70% por bajas de tensión y daños de artefactos eléctricos. Pero merced a planteos recursivos ante la Justicia, los Taselli aún no pagaron un peso de esas sanciones.
"El acuerdo tiene términos muy duros para la empresa", sostuvo el subsecretario de Servicios Públicos Miguel Yadón, quien señaló que hay tres cláusulas de rescisión del contrato: el incumplimiento de los niveles de calidad, la no ejecución de obras obligatorias y el no pago al día de las obligaciones con la empresa vendedora de energía (CAMMESA). "Si vemos que Edecat solamente se dedica a recaudar y no realiza inversiones, no habrá dudas sobre la rescisión del acuerdo", advirtió.
El negocio de los Taselli camina por la cornisa, luego de la crisis interna que sufriera por la pelea protagonizada por los hermanos Sergio y Alberto. Este último ganó la pulseada y se quedó al mando del negocio que a Edecat le permite facturar 5 millones de pesos mensuales. El pleito familiar terminó en la Justicia donde ambos se acusan de quedarse con las ganancias.
Asimismo, Edecat es investigada en la justicia por fraude luego de haberse detectado que adulteraba los medidores de calidad del servicio para evitar el pago de multas. El perjuicio al Estado, estimado en $ 10 millones, provocó que un funcionario de los Taselli, Osvaldo Carlos Iglesias estuviera detenido un tiempo, acompañado de dos funcionarios del propio Ente Regulador catamarqueño.
La Audiencia Pública de febrero será la tercera que deberán protagonizar los Taselli. En 1997 el grupo ya había sorteado un pedido de rescisión a duras penas, mientras que en el 2001 se le exigió modificar las tarifas, instancia que nunca fue cumplida. (Fuente: Clarín)