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ctivistas de Greenpeace detuvieron esta tarde a las 16 a un camión que partió de Chile con destino a la planta de la empresa finlandesa Botnia, en Fray Bentos, Uruguay, en el marco de la lucha contra la instalación de plantas papeleras.El bloqueo al camión se produjo en la cabecera argentina del puente General Artígas, ubicado entre la ciudad entrerriana de Colón y la localidad uruguaya de Paysandú.
Oscar Soria, coordinador de prensa de Greenpeace Argentina, explicó que se colocaron “cepos humanos” debajo de las ruedas de los camiones, y otros activistas se encadenaron “para impedir tácticamente que el camión avance”.
El camión se encontraba ingresando a la balanza de pesaje aduanero, cuando se produjo la movilización de los activistas de Greenpeace.
Soria dijo que la acción es para “bloquear una actividad ilegal, ya que la construcción del muelle debe ser detenida porque no se consultó a la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU)”.
Se trata de la segunda acción de Greenpeace en la semana, lo que marca una evidente intensificación de la lucha contra la instalación de las plantas papeleras o pasteras en Fray Bentos, sobre el río Uruguay.
El pasado martes, en un procedimiento sorpresivo, 15 activistas de la organización internacional ambientalista tomaron la planta que la empresa finlandesa Botnia construye en Fray Bentos, Uruguay.
Con helicópteros, barcos y gomones. Los audaces militantes exigieron la paralización de las obras, frente a lo cual el presidente uruguayo Tabaré Vázquez dijo que no permitirá que Greenpeace “nos patotee”.
En la ocasión, Emiliano Ezcurra, de Greenpeace Argentina, anunció que “ya estamos pensando en las próximas” acciones, y dijo que lo sucedido este martes “fortalece la lucha” de Gualeguaychú.
Participaron del operativo una docena de activistas de Alemania, Brasil, Chile, Finlandia, Argentina e Italia, que buscaron impedir el relleno con hormigón armado de obras que Botnia realiza en ese lugar, porque consideran que la planta de celulosa "es ilegal".
El representante de Botnia en Uruguay, el ingeniero Carlos Faroppa, intentó minimizar la acción de Greenpeace, al decir a medios de prensa que se trató de una acción aislada y menor de la sede argentina de la organización, lo que evidentemente no es así.
La organización ambientalista Greenpeace ha reclamado a la Argentina y al Uruguay que las plantas papeleras funcionen con tecnología limpia.
Greenpeace ha elaborado un informe en el que demanda la suspensión de las obras hasta tanto ambos países acuerden un "Plan de Producción Limpia" para este sector. (Fuente: Radio Máxima - Gualeguaychú)