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na multitud participó de la homilía que contó con la presencia del arzobispo emérito Estanislao Esteban Karlic.Los presentes destacaron la calidad de persona del padre Julio César Metz, el “cura gaucho” como muchos lo denominaban.
Metz había nacido el 5 de septiembre de 1907 en Aldea Eigenfeld. Se ordenó como sacerdote el 22 de diciembre de 1934 y a mediados de la década de 1950 fue designado como responsable de la entonces Capilla Nuestra Señora del Carmen.
Era párroco emérito de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen y desde 1984 era prelado de honor del Papa Juan Pablo II.
Además, desarrolló una intensa vida deportiva, ligada a Patronato, siguiendo la historia del padre Bartolomé Grella; y fue quien otorgó permiso a las primeras madres de desaparecidos para que todos los sábados puedan, en un lugar seguro, reunirse durante los años de plomo.
Con sus 98 años a cuestas peleó hasta que no pudo más y falleció, sin poder cumplir con su deseo de llegar a los 100 años. En su último adiós, estuvo presente también el intendente de Paraná, Julio Solanas, quien recordó al padre Metz como “un sacerdote ejemplar y un hombre de bien que siempre brindó afecto a las familias que lo necesitaban”