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ARANA.- Economistas, investigadores universitarios y productores agropecuarios de Entre Ríos condenaron el sistema de coparticipación actual y el modo de recaudación nacional a través de las retenciones a las exportaciones, aseguraron que el modelo no es federal sino unitario y criticaron el grado de "discrecionalidad" del manejo de fondos en el país. Algunos señalaron que el pago de regalías agropecuarias podría atenuar el problema, otros propusieron un fuerte sacudón para gestar un nuevo Pacto Federal.Hace dos años, la Bolsa de Cereales de Entre Ríos estimó en más de 660 millones de pesos anuales el valor de las retenciones nacionales a las exportaciones agrícolas de Entre Ríos. Si así fuera, el gobierno nacional habría captado sólo en retenciones casi 3000 millones de pesos en cuatro años y medio, desde la devaluación, en el territorio entrerriano.
El dirigente agropecuario Martín Fagalde, de Concordia, calculó un poco menos. Dijo que entre 2002 y 2005 los productores entrerrianos aportaron 1.852.491.440 pesos, es decir, bastante más de 2000 millones de pesos si se suman los primeros meses de 2006.
"La economía primaria provincial no cobró el año pasado 523.632.465 pesos en concepto de retenciones; de ese total, 471.709.995 pesos provienen del sector agrícola, donde las oleaginosas (sobre todo, la soja) están gravadas en un 23,5%", recordó Fagalde en su estudio.
"No soy enemigo de las retenciones para este tipo de cambio, si no algunos se quedarían con una porción muy grande, pero en forma urgente hay que discutir regalías agropecuarias para las provincias productoras de soja, que el 60 % de las retenciones vuelva en concepto de regalías para que las provincias hagan diversidad productiva, para que se proyecten otros emprendimientos que permitan dar valor agregado", dijo el economista y catedrático de la Universidad Nacional de Entre Ríos, Roberto Schunk.
"Si seguimos con soja sobre soja ya sabemos lo que va a pasar, tenemos que salir de este círculo porque además esto no tiene nada que ver con el estado federal, es todo lo contrario", manifestó.
La venia del Ejecutivo
Schunk comparó ingresos provinciales y nacionales. "En 1990 el 37,46 % de los recursos de la provincia eran de origen provincial, respecto de los ingresos totales de jurisdicción nacional, en 2005 bajamos a 23,59", apuntó. "Ahora, ¿nos salvaron los recursos federales? No. Porque en la década del 90 la provincia cedió a la nación 1600 millones de dólares en concepto de quita de coparticipación, por pactos fiscales. Hoy la provincia recupera recursos, recibe más, pero esos recursos son en su mayoría discrecionales. No es como antes, que venían objetivamente, en forma automática, hoy vienen si andás bien o mal, depende de la venia del Ejecutivo nacional, y es una diferencia muy grande para la democracia", opinó.
"El campo debiera estar pagando Ingreso Brutos provinciales, pero ¿cómo aplicarle si ya la Nación le saca el 23,5 % en retenciones? Por eso tendría que volver en regalías para generar acá valor agregado. Si tomamos a precios corrientes un análisis de la incidencia del sector manufacturero sobre el total del producto bruto geográfico, en la década del 70 la industria representaba el 15,76 % del PBG en Entre Ríos, en 2003 el 10,64%. El peso del sector primario es cada vez superior, el valor agregado va decayendo, y esto se revela en la pobreza, en la indigencia."
En un trabajo inédito que publicará en la Facultad de Gestión de la Universidad Autónoma de Entre Ríos, el economista y catedrático Luis Lafferriere coincidió en la preocupación sobre la concentración de las recaudaciones. "El avance del poder central sobre los legítimos intereses de las provincias argentinas va a dar como resultado la mayor captación nacional de fondos coparticipables, y la transferencia de servicios a las provincias", manifestó.
Dijo que en el último cuarto de siglo, y a medida que el Estado nacional fue llevando adelante reformas profundas en relación con su función histórica, se fue desentendiendo de la suerte de las sociedades provinciales y de la situación de sus finanzas públicas.
Sangrado permanente
"Progresivamente fue transfiriendo a los niveles provinciales la prestación de servicios básicos, sin los correspondientes recursos para financiarlos. Y a la vez le fue quitando a las provincias recursos que legítimamente les correspondían sobre la coparticipación federal de impuestos. Las provinciasno sufrieron sólo por la pérdida de fondos que les correspondían legítimamente, sino que soportaban también los impactos desfavorables del proyecto de concentración".
El economista y docente universitario Rafael Cuello apuntó, a su turno, que Entre Ríos "es la provincia más dependiente del sector agropecuario del país, después de La Pampa, y está absolutamente impactada por el lado de las retenciones agropecuarias de una forma brutal, porque en términos comparativos Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires no tienen relación con respecto a Entre Ríos".
Recordó que las provincias vecinas tienen otras posibilidades de captación de recursos por sus industrias y su movimiento comercial, y que "por otro lado, todo lo que consume Entre Ríos se compra afuera. El agregado se genera afuera... Ingresos Brutos, la carga laboral, se pagan en Santa Fe. Hay una transferencia impresionante de recursos fiscales. Pero eso no es nada: cuando uno va al régimen de coparticipación, del esfuerzo fiscal final que hacemos de pagar 100 pesos de impuestos coparticipados, van 60 pesos a la nación y 40 a las provincias, y de los 40, cinco por ciento viene a la provincia de Entre Ríos", señaló."Tenemos un sangrado permanente de recursos. La superficie sembrada se ha decuplicado en pocos años y, sin embargo, cada vez tenemos menos caminos, menos instalaciones, menos servicios", apuntó.
Gustavo Lambruschini, profesor de Filosofía Política y de Filosofía del Derecho en la Universidad Nacional de Entre Ríos y la Universidad Autónoma de Entre Ríos, afirmó que "fuera de la cobardía de muchos y los intereses subalternos de unos pocos, los entrerrianos no tenemos ninguna razón plausible, ni existe ningún principio que justifique racionalmente la subordinación servil de Entre Ríos (un miembro jurídicamente ´preexistente ), a un Estado ´federal que se ha transformado sólo en una maquinaria violenta de expoliación social".
Agregó que la Argentina no aplica el sistema federal que exige el artículo 1 de la Constitución Nacional, que lo que se observa en la práctica no encaja en el concepto de federalismo; que el sistema de coparticipación vigente debilita el federalismo, y que los gobiernos provinciales son "obscenamente extorsionados" por el poder central.
Consultado sobre las causas que impedirían fortalecer el sistema federal, considerando que las provincias tienen autoridad en materia de salud, educación, seguridad y otros servicios, Lambruschini respondió: "La cobardía y la corrupción".
Luego, el conocido catedrático paranaense fue más agudo aún: "Debiéramos tener la audacia de amenazar a esa maquinaria violenta de exacción, al ´Estado Federal , con la recuperación de nuestra soberanía condicionalmente alienada y con la secesión de nuestra patria, para así volver a discutir los términos de un renovado Pacto Federal. Para emanciparnos del ´doble colonialismo que sufrimos, debiéramos poder fantasear, por decir algo, con recuperar nuestra soberanía".
Por Daniel Tirso Fiorotto (Publicado en la Nación)