P
articiparon de la reunión los Diputados Jorge Bolzán, Lucy Grimalt, Osvaldo Fernández, miembros de la Secretaría de la Producción, la Dirección de Fiscalización y la Diputada de Santa Fe, Daniela Cuesta. El Diputado Julio Aldáz afirmó que el Río Paraná era considerado como una fuente inagotable de riqueza ictícola siempre se habló de talla y nunca de cupos, pero hoy tenemos las consecuencias, se pesca mal y en abundancia principalmente en los últimos tiempos, donde la sobreexplotación del sábalo no tuvo ningún tipo de reparos. Esto provocó la peor crisis en años debido al manejo deficiente del recurso pesquero en el Río Paraná, que es un proceso complejo que requiere la integración de diversos factores como los socio-económicos e institucionales que afectan al comportamiento de los pescadores y a los responsables de su administración, que muchas veces carecen de estructuras adecuadas.Para Norberto Oldani, investigador del Intec (Conicet-UNL), Responsable del Grupo de Impacto Ambiental en Recursos Pesqueros “la falta de manejo y la sobreexplotación de las pesquerías del río Paraná conducen al colapso, donde los frigoríficos para incrementar las capturas redujeron tanto la talla de los peces que comenzaron a sobreexplotarlos y las capturas dejaron de ser sustentables e igualmente siguieron pescando, produciendo severos daños en la estructura de las comunidades de peces.
Por su parte, Claudio Baigún, Director del Laboratorio de Ecología y Producción Pesquera en el Instituto Tecnológico de Chascomús indicó que resulta necesario establecer pautas de gestión y manejo sustentables que mantengan en niveles adecuados los recursos de valor socioeconómico y preserven aquellos de mayor valor ecológico. Históricamente, la falta de políticas claras, ha dificultado el manejo de estas pesquerías y generado situaciones conflictivas, promoviendo que muchos de los recursos existentes se encuentren bajo una situación de amenaza, o bien continúen siendo manejados sin una base adecuada y aseguró que la grave crisis del manejo pesquero, se refleja en la captura descontrolada de los sábalos debido a una insuficiente acción de las autoridades de aplicación de las provincias. Ambos investigadores coincidieron en resaltar que se torna imprescindible mantener cuanto menos las tallas límites de captura fijadas por las normas legales y acuerdos vigentes de 42 cm para el sábalo”.