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sta estimación representa un 5,6 % de incremento en relación al año anterior, originada inicialmente por las condiciones económicas que presentaba la oleaginosa en la época de siembra y el agregado en su momento de áreas destinadas originalmente a otros cultivos.Las lluvias acaecidas en enero en gran parte del área pampeana, permitieron mejorar el estado de los cultivos de primera y a su vez posibilitaron completar las siembras de segunda, que habían quedado en suspenso si no había recarga hídrica en los suelos.
Pese al período de stress hídrico al que estuvieron sometidos los sembradíos, las lluvias de principios de febrero han favorecido el desarrollo de las sojas de segunda y las de primera sembradas tardíamente. Los mayores beneficios se han verificado en la zona centro y sur pampeana.
De continuar los aportes hídricos acordes con las necesidades fisiológicas del cultivo y las demás condiciones del clima en forma benigna , se puede pronosticar una producción que oscilará entre 38,5 y 40 millones de toneladas, que de concretarse constituirían el record nacional de producción de soja.
El área cubierta con girasol, se incrementará en un porcentaje cercano al 14 % en relación a la campaña anterior, con una cobertura de 2,24 millones de hectáreas.
El aumento de área estimado se basa en la mayor cantidad de hectáreas que se sembraron en Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos, La Pampa y Santa Fe, que permiten compensar el descenso de área operado en la región NEA, donde se imposibilitó la siembra por falta de lluvias durante el período de siembra.
La situación climática, favorecida por las lluvias de enero y principio de febrero, que beneficiaron a los cultivos ya implantados y recargaron los suelos, ha ocasionado buenas perspectivas para el desarrollo vegetativo y futuros rendimientos, sobre todo en el centro, sur y sudeste de Buenos Aires.
A la fecha se ha recolectado un 24 % del área implantada, fundamentalmente del norte santafesino, centro norte de Córdoba, Entre Ríos y Chaco, con buenos rendimientos y superiores al año anterior.
También son muy auspiciosas las condiciones climáticas que está transitando toda la zona del sudeste bonaerense (representa más del 30 % del área total nacional), que ha recibido lluvias oportunas y temperaturas adecuadas, por lo que se esperan productividades de medianas a buenas y superiores al último ciclo agrícola.
En consecuencia, de acuerdo a la superficie sembrada y teniendo en cuenta el aceptable desarrollo que muestran los cultivos, la producción final estimada para este año se ubicaría cerca de 3,9 millones de toneladas.
Para el maní, se estima una implantación para esta campaña de una superficie cercana a las 163.000 has. Esta cifra, inferior a la campaña anterior en más del 23%, se debe en primer lugar a la caída de los precios del maní argentino en el mercado internacional, lo que provocó un fuerte desaliento en el sector productor a concretar su siembra, quedando estas tierras disponibles para la siembra de soja y en segundo término a la falta de humedad necesaria en la época de implantación del producto.
El total sembrado con oleaginosos en el país para esta campaña 2005/06, se estima cercano a 17.680.000 hectáreas, lo que representa un incremento del 6 % en relación al último ciclo agrícola, apuntalado por los incrementos en soja, girasol y lino.
En el caso del maíz se ha producido una disminución del total implantado del 9 % en relación con la anterior campaña.
De esta manera, el área total maicera (grano + forraje) se ubicaría en 3,05 millones de hectáreas, con caídas en el centro norte bonaerense, sur de Santa Fe y Entre Ríos, que no logran compensar las mayores coberturas concretadas en La Pampa y Córdoba.
Aún no se ha terminado la implantación, retrasada por la falta de humedad en algunas zonas; a la fecha se implantó el 99 % del área estimada, restando la cobertura en el norte de Santa Fe.
La recarga hídrica concretada a principios de febrero, ha permitido mejorar aquellos maíces que – sembrados tardíamente- aún estaban en etapa vegetativa. En los más avanzados, esas lluvias llegaron tardíamente y resentirán con seguridad los futuros rendimientos productivos, lo que puede afirmarse para la región que abarca el norte bonaerense, centro sur de Córdoba y sur santafesino, estimándose caídas productivas de hasta el 30 % en los rendimientos en relación al año anterior.
En algunas zonas, los productores optaron por transformar en forraje al maíz en pie mediante el picado, lo que aumentará la proporción de área que no se destinará a la obtención de grano.
De acuerdo al área sembrada, al comportamiento que están mostrando las condiciones climáticas y al estado de desarrollo que muestran los cultivos en las distintas zonas, se está estimando una producción para esta campaña cercana a 13,8 millones de toneladas.
También se registrará una caída para el sorgo granífero ( - 11 %), con una intención de cobertura de 550.000 hectáreas, ocasionado por la falta de lluvias adecuadas en el último mes en varias zonas productoras que influenció para esta caída en las expectativas de siembra.
El comportamiento climático enunciado anteriormente para el maíz, afectó de manera similar a este cultivo; perjudicando los futuros rendimientos, previéndose un total a cosechar que se ubica entre 2 y 2,2 millones de toneladas.
Para el arroz se estima una leve recuperación ( 1,2%) con una cobertura de 167.000 has.
Para el trigo, el balance final de superficie sembrada, indica que el total implantado con el cereal será de 5.037.000 hectáreas, lo que representa una disminución cercana al 20 % en relación a la anterior campaña.
Las condiciones climáticas - de escasas precipitaciones – acaecidas en el final del invierno, impidieron la concreción de las intenciones de siembra previstas inicialmente, tanto en el sudeste y sudoeste de Buenos Aires, La Pampa y centro sur de Córdoba.
A las zonas indicadas, la falta de humedad adecuada trajo también como consecuencia, una disminución en las coberturas previstas en el norte de la región triguera (Chaco, Tucumán, Santiago del Estero y Salta) originalmente con este cereal.
Al final de la cosecha se obtuvieron muy buenos rendimientos en el centro y norte bonaerense, sur de Santa Fe y en Entre Ríos (en la zona de Rosario del Tala se ha logrado el récord histórico de rendimiento con 32 qq/ha).
En cambio, no han sido satisfactorios los rindes obtenidos en el centro y norte de Córdoba, donde los cultivos han padecido los efectos de un prolongado estrés climático, situación que ha ocasionando caídas en las productividades físicas por hectárea, con lotes que muestran rendimientos que oscilan entre 1 y 1,2 toneladas por hectárea.
En las zonas del sudeste y sudoeste bonaerense, los rendimientos fueron menores a los normales para la región con productividades de 25 qq/ha para Tres Arroyos y su zona de influencia, con buenos porcentajes de proteína pero bajo peso hectolítrico. En la zona Mar y Sierras, los rendimientos son elevados (40 qq/ha de promedio) con bajo nivel proteico y alto peso hectolítrico.
Como resultado final y teniendo en cuenta la producción unitaria lograda en las zonas en cuestión, la producción final para esta campaña será de 12,1 millones de toneladas.
El algodón concretó para la presente campaña una disminución del área a implantarse, debido a problemas de falta de humedad y de precios no muy satisfactorios. A la fecha se ha sembrado el total del área estimada, con una cobertura de 311.000 hectáreas.
La implantación de poroto (negro y de otros tipos) en el NOA muestra un 22 % de cobertura, estimándose un total a sembrar de 169.000 hectáreas para todas las variedades (15,8 % superior a 2004/05).
Fuente: SAGPyA