A
unque elevaron las planillas con los nombres de los chicos a mediados de marzo, las escuelas aún no recibieron las tarjetas de colectivo gratuitas para los alumnos que entrega todos los años la Municipalidad de Paraná.
Desde la Subsecretaría de Educación municipal han informado a las escuelas que habrá precisiones recién a partir del 10 de abril. Pero el problema —comentaron los maestros— es que se han generado expectativas en las familias beneficiarias, que han contado con esta ayuda al planificar su presupuesto para el año lectivo. Por otro lado, como se han achicado los cupos, las escuelas se han visto en dificultades a la hora de seleccionar a los niños que van a recibir las tarjetas.
AJUSTADOS. Este año, la Comuna redujo el número de tarjetas a distribuir: pasó de 5.500 tarjetas mensuales en 2005, a 3.500 este año. La merma —se explicó oportunamente— obedeció a problemas de financiación del programa, pero a la vez se estimó que con 3.500 tarjetas se alcanzaría a cubrir la demanda.
La Escuela de la Baxada, de Bajada Grande, tiene para este año 30 cupos, casi la mitad de los que le correspondieron el año pasado. “Priorizamos a las alumnas embarazadas, una de ellas venía caminando desde el Mosconi, con panza; y tuvimos en cuenta cuando los padres no tienen ningún trabajo o se dedican al cirujeo y no tienen planes. Consideramos también a las familias que son muchos hermanitos que vienen a la escuela: al menos le damos la tarjeta a uno de ellos”, explicó la secretaria de la institución. De todos modos “quedan muchos chicos que vienen de lejos —algunos de La Floresta— que el año pasado tenían el boleto y este año no lo van a tener”.
DEMANDAS. Por otro lado, la escuela Neuquén, que tenía 86 cupos el año pasado, para este año tiene garantizados 50. “Se hizo difícil pasar de los 86 a los 50. Hubo chicos de quinto año que este año no vienen y chicos que han ingresado de la zona, los otros los charlamos caso por caso para ver qué situación había. De igual manera, solicitamos al menos que se nos otorguen 20 tarjetas más, serían entonces 70 en relación con 86 el año pasado”, contó el director de la escuela, haciendo números.
Desde la Escuela de Comercio se informó que aún no saben cuántas tarjetas le van a corresponder a la institución. “El año pasado teníamos 160 pero con una matrícula de 1.500 chicos, cualquier cantidad que nos den resulta poco”, reflexionó una docente de la casa.
ESPERA. “Nos pidieron que presentáramos las planillas el 15 de marzo y pensamos que a los cuatro o cinco días se iban a entregar las tarjetas. Lo que pasa es que esto genera una expectativa de parte de la familia. Tal vez los papás se tendrían que haber notificado antes para ver como paliar la situación, quizá conseguir una escuela más cerca de su casa. Es el tercer año que se están entregando, y las familias están confiadas en esto cuando organizan sus actividades a principios de año”, analizó el director de la Escuela Neuquén.
La Escuela Záccaro, en barrio José Hernández, también espera las tarjetas. Tienen chicos que llegan caminando de la Toma Nueva, Arenales, de la zona del Thompson, y del sector de Zanni y Almafuerte.
Cómo se financia
Cuando la Municipalidad lanzó el boleto estudiantil, en marzo de 2004, informó que iba a tener “costo cero” para el Estado: pues —aseguraron las autoridades— de los 70.000 pesos mensuales que se previeron para cubrir el gasto, 49.000 pesos iban a salir de la recaudación del estacionamiento medido; y los restantes 21.000 los iba a ceder la Asociación del Transporte Urbano de Pasajeros (ATUP). Pero el decreto que reglamentó el programa boleto estudiantil no decía exactamente eso.
EL DIARIO leyó el decreto 468 de 2004, sin que algún funcionario pudiera ser localizada para interpretar aspectos que generan dudas. El texto no menciona el estacionamiento medido, que nunca funcionó bien (los desfasajes se cubrieron con fondos para subsidios), y tampoco habla de ningún aporte importante de las empresas de colectivos para el boleto gratuito. Una gran parte de los 21.000 pesos que —según se manifestó— cederían los colectivos, en realidad entrarían a la Comuna en concepto de deudas atrasadas y tributos corrientes (dinero que ya pertenece al Estado Municipal). El “remanente” sí sería “donado”.
Así, se puede inferir que gran parte de los 70.000 pesos mensuales que se destinan a solventar el boleto estudiantil municipal sale de las arcas municipales. (El diario)