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"En la actualidad, la carne ovina es un producto de muy buen precio, sin inconvenientes de mercado en el frente interno y externo. Sin embargo, especialmente desde el punto de vista de la producción intensiva, es una actividad bastante nueva. Esto hace que una buena cantidad de tecnología se encuentre en etapa de investigación y experimentación", agregó Gambetta.

Además, según el coordinador del programa provincial de promoción para la Ley Ovina, la diversidad de climas del país hace que existan diferencias entre zonas, incluso en la misma Entre Ríos, no es lo mismo producir en forma intensiva en el norte que en el sur provincial. "Algo similar sucede en toda la Patagonia y Pampa Húmeda."

Ponerse al día

Al frente de las Jornadas de Actualización estuvieron dos especialistas uruguayos, Gianni Bianchi y Gustavo Garibotto, que dictaron este mismo curso en México y en Chile.

La idea fue ponerse al día en producción de carne ovina, sobre la base de la experiencia de un país de condiciones productivas similares a las de la Argentina, como forma de reforzar, en el mismo sentido, el trabajo que se realiza aquí.

En las jornadas, se hizo hincapié en temas como usos de razas carniceras en cruzamientos terminales, alternativas nutricionales, con diferentes grados de intensificación y su efecto en el producto final, identificación y cuantificación de factores que afectan a la carne ovina y alternativas genéticas para la producción, con particular énfasis en la selección.

Lo más destacable de estas jornadas fue que todos los temas tratados por los disertantes tienen un ámbito de aplicación en el país.

Pero el análisis del modelo productivo uruguayo permitió además observar la potencialidad de los mercados externos, como Estados Unidos, Brasil y México, hoy demandantes de carne ovina de este país.

De los mercados actuales, el mayor cliente de ambos países es la Unión Europea. La Argentina dispone aquí de 24 mil toneladas, con aranceles especiales, de los cuales entre enero y octubre de este año, se enviaron 9 mil toneladas.

Se trata de una cifra trascendente, pero que aporta una idea de lo que aún hay para crecer.

Los profesionales destacaron que existe una gran cantidad de alternativas en producción de carne ovina para el país.

"Aunque las posibilidades en Pampa Húmeda y Mesopotamia permiten un mayor grado de intensificación, por la potencialidad de la oferta forrajera, incluyendo al ovino en explotaciones agrícola-ganaderas", dijeron.

"Lo que queda más limitado es la región patagónica que, no obstante, puede producir corderos más livianos, que conforman en la actualidad el grueso de las exportaciones a la Unión Europea", destacaron.

Una de las herramientas para desarrollar la producción de carne ovina es la ley 25.422, Fondo para la recuperación de la actividad ovina.

Sobre este tema, Gambetta señaló que se trata de asistencia financiera con siete años de plazo, dos años de gracia y sin interés.

Actualizaciones

"El monto de cada cuota se fija a valor producto, lo que reduce sustancialmente los riesgos para el productor. En general, la gente tiene temor de pedir créditos, pero en este caso es diferente porque lo otorga el gobierno nacional y no intervienen los bancos", explicó Gambetta.

"Por eso, en este momento, nuestra labor es explicarles a los productores de la provincia las bondades del sistema. En los últimos días mantuvimos contactos con productores de Colón, propietarios de unidades más chicas, pero que pueden adquirir 50 o 60 animales para reiniciar la actividad", agregó el coordinador.

Por otra parte, la ley ovina financia actividades de capacitación para técnicos y productores.

Por ese motivo se realizan periódicamente reuniones para actualizar y capacitar a los productores interesados, de manera que puedan ser más eficientes en la producción.

El principal objetivo de esta actividad no es sólo una ayuda económica, sino que esa eficiencia asegure, por un lado mayor rentabilidad y, por el otro, la posibilidad de poder cancelar sin inconvenientes el préstamo.

También se trabaja con grupos de productores, para lo que la ley ovina se hace cargo de la asistencia técnica por un período de tres años para facilitar que, sobre todo los medianos y pequeños, tengan asesoramiento permanente, tanto en la parte relacionada a lo productivo, como en temas relativos a la comercialización. (La Nación)