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onsultado el funcionario aseguró que “no quedarán peces” si la actividad crece.Aclaró que no se alterarán los emprendimiento ya permitidos y ratificó la intención del gobierno de instalar una papelera en suelo correntino, aunque aseguró que se trata “sólo de una idea”. El funcionario hizo el pedido durante la reunión del Consejo Federal Agropecuario en Bariloche.
Explicó Berecoechea a momarandu.com que se trata de un pedido a la Secretaría de Agricultura de la Nación, y a través de ella, al SENASA.
- ¿Qué ocurrirá con los emprendimientos y las licencias ya otorgadas?, le preguntó momarandu.com.
- Seguirán como hasta ahora.
- ¿En qué consiste el pedido?
- Se busca poner un freno al crecimiento de actividad pesquera y la industria de los derivados en toda la cuenca hasta que se considere que las especies en peligro estén fuera de la emergencia. La actividad creció enormemente en los últimos años y si sigue así, no quedarán peces en los ríos.
- ¿Fue un acuerdo firmado con otras provincias?
- Acordé elevar este pedido a la Nación. No tenemos poder para impedir habilitaciones de establecimientos a cargo del SENASA, por ejemplo.
- Pero la provincia emite las propias.
- Sí. Y están congeladas. No se otorgan más licencias de pesca, acopio o procesamiento.
- ¿Por cuánto tiempo?
- Hasta que un estudio serio determine que las especies están fuera de peligro, en especial el sábalo.
- ¿Cómo piensa que la Nación tomará este pedido?
- Es de parte de varias provincias ribereñas. Son pedidos que usualmente se otorgan. No vemos impedimento en ese sentido.
- Otro tema, ¿sigue firme la idea de instalar una papelera en la provincia?
- Sí. Pero es una idea. Se deben implementar mecanismos de control de contaminación, capacitar empleados…
- Recibimos la versión de que sólo se daría trabajo a trescientas personas.
- No es así porque eso no puede saberse aún. Hay que ver cuál empresa será la que se instalará y en qué condiciones, la capacidad de procesamiento, la infraestructura. El gobierno ya dijo que se pretende dar valor agregado a la producción.
El pedido al que adhirió Berecoechea durante la reunión del Consejo Federal Agropecuario en Bariloche se debe al agotamiento que muestran los cardúmenes de algunas entre ellas el sábalo. Mientras dure la coyuntura, no se habilitarán nuevos frigoríficos ni se concederán licencias pesqueras.
El acuerdo entre las jurisdicciones que fue refrendado a instancias del subsecretario de Pesca de la Nación, Gerardo Nieto, y formalizado en la última reunión del Consejo Federal Agropecuario.
Se consideró que las plantas frigoríficas, los acopiadores y pescadores comerciales registrados y existentes resultan suficientes para atender las demandas del mercado.
El acta fue firmada además por funcionarios de Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe, Chaco, Formosa, y Misiones.
Las provincias solicitaron que el SENASA adhiera a esta decisión.
Desde la devaluación, la pesca comercial en aguas del Paraná tuvo un crecimiento geométrico, y no hay datos ciertos sobre el volumen de capturas, que se estima que son unas 40.000 toneladas.
Pero una clara muestra de este salto fueron las exportaciones, en especial del sábalo, que representa 95% del total. En 2004 se exportaron 31.879 toneladas, cuando diez años atrás habían sido de apenas 2.785 toneladas.
Los envíos al exterior, que se completan con boga, tararira, surubí, patí, dorado y hasta bagres, representan ingresos por 10 millones de dólares.
De buenas a primeras, en la cuenca hídrica floreció una pujante economía regional, formada por entre 3.000 y 3.500 pescadores artesanales y 12 frigoríficos especializados en peces de ríos, ubicados en Santa Fe y Entre Ríos.
Pero como la actividad creció de manera descontrolada, comenzaron los problemas de escasez de cardúmenes.
A partir de noviembre, en rigor, rige una veda total en los ríos Paraná y Paraguay. Santa Fe, por su lado, tiene totalmente prohibida la pesca del dorado y el surubí.
En Corrientes, la restricción rige desde el 1 de noviembre hasta el 20 de diciembre, y está totalmente prohibida la pesca deportiva, aunque sea con la modalidad de devolución, así como la pesca de costa para las especies dorado, surubí, boga y pacú.
Además se intensificaron controles en las localidades ribereñas del sur para evitar el ingreso de pescadores comerciales desde Santa Fe y Entre Ríos.
También se solicitó a la Subsecretaría de Pesca que, en conjunto con las provincias ribereñas de la subcuenca del Paraguay-Paraná en territorio argentino, se lleve a cabo una campaña general de educación para el consumo de pescado de río y concientización de la sociedad frente al uso de los recursos pesqueros.
También, que se intensifiquen los estudios que se realizan sobre la presencia de los peces en las aguas regionales. (Momarandu)