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En este momento, toda la industria está trabajando a pérdida", resumió el presidente de Swift y del Consorcio de Frigoríficos Exportadores ABC, Carlos Oliva Funes, uno de los empresarios que decidió poner un freno a la faena de vacunos —y adelantar vacaciones al personal— luego de la saga de medidas lanzadas por Economía para frenar el aumento de la carne en los mostradores locales. El último paquete incluyó una suba de las retenciones de 5 al 15%, y la eliminación de los reintegros, que iban del 2 al 6%.Según Rodolfo Costantini, del frigorífico Rioplatense, con dichas medidas el "poder de compra" de los exportadores de carne se redujo violentamente un 18%.
Esto implica que el sector ahora ofrece a los ganaderos 4 pesos por kilo de carne "en gancho", contra los 4,80 pesos que llegó a pagar pocos días atrás. Como los productores se resisten a la brusca corrección de los valores, retienen sus novillos. En este contexto, los grandes frigoríficos dicen no haber tenido más opción que aminorar el trabajo.
"Que no quepan dudas: hoy la faena de exportación debe ser de un 20% de lo que era treinta días atrás", dijo Costantini. El empresario además evaluó que, "con este tipo de cambio (resultante de la aplicación de más retenciones), la Argentina no es competitiva, ni contra Brasil, ni contra Paraguay, ni contra su propio mercado interno". Traducción: hoy conviene más vender la carne dentro del país que exportarla.
Los dueños de los principales frigoríficos participaron ayer de una jornada organizada por el Círculo de Periodistas Agropecuarios, que había sido convocada un mes atrás, cuando las perspectivas de exportación de carnes eran de lo más halagueñas. Con las nuevas medidas, sin embargo, el panorama —a los ojos de los empresarios— viró de claro a oscuro. "En el contexto actual, las exportaciones del año próximo van a caer fuertemente, bastante por debajo de las 500.000 toneladas", vaticinó Oliva Funes.
Con el fantasma de las suspensiones sobrevolando, el titular del Sindicato de la Carne, Silvio Etchehúm, también advirtió ayer que la suba de las retenciones pone "en serio riesgo 20 mil puestos de trabajo y la continuidad de plantas frigoríficas".
Hasta octubre, según la estadística oficial, los embarques de carnes sumaban 483.000 toneladas y 1.111 millones de dólares, una cifra récord. Para todo el año se esperaban redondear las 700.000 toneladas por 1.300 millones. El presidente de Gorina, Carlos Riusech, dijo que las buenas perspectivas externas se mantienen, pero puso en duda poder cumplir con ellas. Por eso reclamó una política que no penalice la exportación para evitar subas de la carne. Por el contrario, consideró que "la exportación es la solución" al problema de los precios, ya que la venta de algunos cortes afuera permite subsidiar otros a nivel doméstico. (Clarín)