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Del evento participaron empresas de la región, a las que se sumaron representantes de Brasil y Uruguay. Jorge Paoloni, presidente de Fedenar, dialogó con LA NACION sobre la actualidad y perspectivas del sector. "La fiesta estuvo acotada a lo que el sector está viviendo", dijo el dirigente.

Para Paoloni, el sector está "un poco mejor" que hace cuatro años, pero todavía necesita recuperarse. "Debemos recordar que pasamos por una situación en la que el país perdió el 60%; en ese lapso caímos de una capacidad de producción e industrialización de 1,6 millones de toneladas a menos de 500 mil", acotó Paoloni.

"Hoy se ha recuperado parte de lo perdido, pero aún estamos en el orden de las 800 mil toneladas, con precios relativamente firmes. De todos modos, la crisis es bastante grave y existen diferencias entre Corrientes y Entre Ríos. En aquella provincia hay cuatro productores muy grandes que manejan casi el 80 por ciento de la producción y riegan con agua de represa o ríos", agregó.

Mayoría

Para el presidente de Fedenar, en Entre Ríos está instalada la mayoría de la industria y los productores son muchos y pequeños. Además, la provincia está dividida en dos: por un lado el norte, que riega con represas y el resto, que lo hace con pozos. En esta última categoría, explicó Paoloni, se encuentran los departamentos Concordia, Uruguay, Villaguay, San Salvador, Gualeguaychú y Colón.

"El costo del gasoil, el impacto de los impuestos distorsivos sobre la actividad y el hecho que no se haya encontrado solución al problema de los reintegros, condicionan la actividad. Es una barbaridad que un productor que invierte en 650 litros de combustible por hectárea para riego, pierda el 20 por ciento por la Tasa Vial implementada para las rutas", se quejó el dirigente.

Seguidamente, Paoloni indicó que "es importante recuperar esta actividad ya que la pérdida de mano de obra por falta de siembra de arroz se hace sentir". El dirigente usó como ejemplo el caso de la soja, en la cual se usan cuatro personas para mil hectáreas, contra las 40 que emplea el arroz en la misma superficie. "Sabemos que las autoridades nacionales del ministerio de Economía han planteado que uno de los cultivos del sector agropecuario que deben recuperar rentabilidad es el arrocero, de manera que esperamos una respuesta."

Para los arroceros representados por Fedenar, la situación actual es similar a la de fines de la década del 90. Así, con la asunción de Eduardo Duhalde, el sector perdió exenciones, lo que motivó reclamos inmediatos. Luego, vino un año bueno, con precios sostenidos, y el sector se estabilizó con la pesificación asimétrica, pero pasó de 3 mil productores a 300, con una producción de sólo 500 mil toneladas y un consumo interno de 400 mil.

"Con mucho esfuerzo, alcanzamos este año 800 mil toneladas de producción, pero al asumir el gobierno de Lula en Brasil, su política perjudicó a los productores brasileños y eso se trasladó a nosotros, ya que en algunas cláusulas los contratos presentan asimetrías desfavorables. En el caso de la Argentina, los productores utilizamos insumos brasileños, pero en ese país no ven las cosas de la misma manera", dijo Jorge Paoloni.

El dirigente agregó que lo que pide el sector arrocero es la corrección de algunas situaciones que provocan los impuestos distorsivos, y los montos que discuten implican cifras irrisorias en el Presupuesto Nacional.

"Reclamamos por la tasa vial, que es el 20% del valor del combustible. No pedimos dinero, sólo compensar contra otros impuestos que pagamos. No es posible que esas 2 mil horas que utilizamos los motores para riego, que están fijos en el lugar, cosa perfectamente demostrable, deban tributar como si estuvieran transitando por las rutas del país. Tampoco puede ello generar reclamos de otro sector, como el de transporte, por ejemplo, porque se trata de una utilización muy específica."

Otra de las asignaturas pendientes de los productores arroceros es la electrificación para riego, para los cuales el gobierno nacional ya otorgó subsidios. Esta medida bajaría de forma sustancial los costos de producción.

Para Paoloni, la electrificación, la devolución de la tasa vial y alguna ayuda para conseguir los insumos a precio internacional serían las medidas necesarias para emparejar la situación de los arroceros argentinos con el resto de los productores del Mercosur, y poner en marcha las 30 plantas inactivas.

Pérdidas

"Ya se ha perdido gran parte del sector de Villa Mantero, donde se encuentra una de las plantas industriales más modernas; también en Concepción del Uruguay, lo que otorgaba gran dinamismo a su puerto de ultramar, al igual que las cooperativas de Urdinarrain y Basavilbaso, donde se invirtieron en los últimos años más de doscientos cincuenta millones de pesos, para modernizar sus molinos", advirtió Paoloni.

En cuanto al mercado internacional, para Fedenar hoy el panorama es "pésimo", ya que, para exportar a Europa o América del Norte, el sector está fuera de contexto por el costo de producción.

"El arroz se basa en el precio de Asia o la pizarra de Estados Unidos. En este país, la política de subsidios implementada impide cualquier negocio. Asia tiene un costo de producción muy bajo, por lo que la exigencia es producir arroz a 110 dólares la tonelada, que es el precio internacional y que tengamos una rentabilidad razonable", finalizó el dirigente.