P
ese a ello, en el cuerpo deliberativo no hubo avances y, como desde setiembre de 2004, permanece en las comisiones de Hacienda y Presupuesto y Legislación e Interpretación.Esta postergación generó un evidente malestar entre los empresarios, que pese a los plazos incumplidos mantuvieron su perfil bajo y no alzaron sus voces para criticar a los distintos sectores políticos.
El titular de la Corporación para el Desarrollo, Alcides Balla, reconoció que el tiempo transcurrido excedió lo normal, aunque se mostró esperanzado en que los ediles traten el proyecto durante este mes.
“Hemos tenido reuniones, pero aparentemente hubo otros temas prioritarios. Tengo la palabra que se estaría tratando en breve”, afirmó.
Para Balla, la dilación “es un problema de cultura: el político a veces no alcanza a ver que una herramienta para el desarrollo como ésta sirve finalmente para la gente” y explicó que la norma propuesta a la que calificó como “moderna, busca promover nuevas inversiones y no favorecer a empresarios particulares”, aclaró para dar cuenta que el plan no pretende “dádivas del Estado”. Por ejemplo, citó que el proyecto contempla al turismo como una industria, algo vital para las nuevas inversiones.
La Corporación elevó diversas notas al Concejo, mostrando su predisposición para analizar el proyecto. “Tuvimos un período de espera razonable luego de la presentación; renovamos el pedido en marzo y luego el plazo se estiró nuevamente”, indicó.