L
a siembra nacional de la soja de esta campaña se incrementaría en más del 6 por ciento, respecto del ciclo previo, por mayor cobertura con la oleaginosa en tierras que históricamente se destinaron al implante de maíz.Ese desplazamiento cultural está relacionado con los mayores costos operativos que implica sembrar la forrajera este año y las mejores perspectivas de precios que se presentan, a futuro, para los subproductos sojeros, según datos proporcionados desde la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
El reporte privado indica que la superficie sembrada con la oleaginosa podría crecer "término medio un 6,3 por ciento, pasando de las 14,67 millones implantadas durante la temporada anterior a 15,60 (mill/has) en la actual".
El aumento estimado se origina como consecuencia de menores áreas destinadas este año no sólo al maíz, sino también al trigo, y al sorgo granífero que serían ocupadas mayoritariamente con soja y, en menor medida, por el girasol.
De confirmarse esa proyección privada, se alcanzaría una siembra récord, al superar en casi un millón de hectáreas a la campaña 2004/2005, hasta entonces la más elevada en el país.
Ese incremento, por el momento provisional dado que se han cubierto muy pocas hectáreas con siembras tempranas en el Chaco (por la sequía), está condicionado a la reposición de humedad en los suelos de la región agrícola del este pampeano.
Una situación similar se presenta en las provincias norteñas, muy disminuidas por la falta de lluvias y muy cerca ya del umbral de las fechas de inicio de las coberturas tempranas.
El mismo relevamiento refiere que los cálculos iniciales a nivel zonal perfilan aumentos porcentuales significativos en el norte y sur de Córdoba, norte de La Pampa, Entre Ríos y en el oeste y sudeste de Buenos Aires.
Agrega que la misma tendencia se verificaría en Santiago del Estero y en Chaco, dado que suelos en los que no se sembró girasol se cubrirían con soja nueva.
En menor medida, pero no menos importantes desde el punto de vista productivo (por los altos rendimientos potenciales), crecerían las siembras en la zona líder sojera del este de Córdoba, centro sur de Santa Fe y Norte de Buenos Aires.
En todas esas regiones y como consecuencia del declive en las siembras de los cereales, la soja de primera ocupación incrementaría su participación en el total.
Asimismo, las recientes lluvias apuntalan las reservas hídricas en la zona sojera núcleo, de modo tal que no serán limitante en términos generales para un comienzo normal de la implantación, pero son muy necesarias en el oeste y en el norte de Córdoba, donde en algunas áreas requieren aportes del orden de los 140 milímetros para recargar los perfiles de los suelos, subraya el informe de la entidad cerealera.