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esde hace un tiempo existen denuncias sobre la existencia de garrapata en los departamentos entrerrianos Feliciano, La Paz, Federación y Concordia. También se advirtió hace varios meses la falta de control del Estado sobre el flagelo, erradicado de la provincia a principios de los años 90."Por esto, y ante el temor de que se expandiera por todo el territorio, desde la Fundación de Lucha contra la Fiebre Aftosa (Fucofa) los productores propusimos un plan de lucha", comentó Hernán Schweizer, presidente de Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (Farer), entidad que, junto a Fedeco Federación Entrerriana de Cooperativas (Fedeco) y la Federación Agraria de Entre Ríos integran la Fucofa.
"Esto no se hizo con ánimo de suplantar al Estado, sino de encarar acciones rápidas, ya que no se estaba haciendo nada. De hecho, tenemos un acuerdo con el Senasa y el gobierno provincial para hacernos cargo de la parte operativa del plan contra la garrapata", agregó Schweizer.
Este plan incluye la inspección del ganado, el control de los establecimientos ganaderos, y en algunos casos, el financiamiento de los operativos, con fondos a reembolsar a la Fucofa de parte del Estado.
A pesar de que hace tiempo se habla de la existencia de la garrapata, antes del plan de Fucofa, en lugares como Feliciano o Federación sólo se obligaba a un baño a la hacienda pasada por un remate feria, y no se controlaban al ganado que se trasladaba de un campo a otro.
"Lo más grave de la garrapata no es el efecto del parásito en sí, sino que éste es vector de enfermedades que pueden ser letales para las vacas, como la tristeza bovina", finalizó Schweizer.
Hoy, la Fucofa y el gobierno buscan eliminar la garrapata, procurando fondos, personal, capacitación y relevamiento de las instalaciones. Además, un equipo de 50 expertos, distribuidos en los departamentos más afectados, trata de lograr un mayor control sobre los focos y determinar la verdadera dimensión del problema. (La Nación)