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n productor paga 1,60 peso por cada litro de gasoil y vende 37 kilos de fruta a 3 pesos. La depresión del mercado que refleja esta ecuación fue la preocupación expresada por chacareros entrerrianos y correntinos que se concentraron el domingo último en la rotonda de acceso a esta ciudad, sobre la ruta nacional 14.
El bajo valor de los productos en comparación con los insumos que se pagan en dólares es el problema más comentado, pero también un cierto desengaño por promesas incumplidas, que lleva a los productores a pensar que no serán escuchados si no se movilizan.
Que los gobiernos nacional y provincial "mienten y son hijos del rigor" se escuchó en la asamblea a cielo abierto entre los 200 productores, en su mayoría citrícolas, pero también agricultores, tamberos y apicultores ligados a la Federación Agraria Argentina (FAA). Durante la concentración, los manifestantes repartieron volantes con una docena de interrogantes, varios dirigidos a la voracidad del Estado para con el campo.
A los problemas de rentabilidad se sumaron la no reversión del éxodo rural, los costos laborales extras que no llegan al bolsillo del trabajador e impiden el blanqueo de los planteles temporarios; la tendencia de los gobiernos al asistencialismo; los obstáculos impuestos por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agropecuaria (Senasa) y la ausencia de soluciones al endeudamiento. Como si esto fuera poco, recientemente se sumaron las adversas condiciones del tiempo, que dificultan la cosecha, y los problemas viales.
En el fondo, estos productores creen que los políticos "siguen de fiesta", y que poco hicieron para acompañar la devaluación, de modo que los ingresos favorecieran a las mayorías. Entonces, la conclusión de la asamblea fue lógica: el 10 de julio volverán a la ruta y ya programan un plan de lucha.
Diálogo cortado
"Estoy recordando 1994, cuando Carlos Menem ganaba elecciones y nosotros estábamos en la ruta. A la larga se demostró que teníamos razón. En este momento estamos viendo que hemos perdido rentabilidad, porque los impuestos nos están comiendo. Y vemos con desazón para qué utiliza el gobierno su superávit, ¿genera nuevas fuentes de trabajo en el interior? ¿Favorece el equilibrio de la distribución demográfica? No, para nada. El Gobierno está haciendo el negocio del político, asistencialismo para ganar elecciones", acusó Alfredo De Angelis, director de la FAA en Entre Ríos.
Para el dirigente, "Kirchner está pregonando una cosa y haciendo otra, está mintiendo. Hace anuncios que no se dan en la realidad. Antes de las elecciones prometió solucionar problemas de endeudamiento, hablamos de colonización, del problema de la extranjerización. Fue presidente y no ha cumplido nada, nos mintió", insistió.
Para De Angelis el diálogo "está terminado, porque hace años se habla y no se consigue nada. Lo que conseguimos es a fuerza de rigor, porque estos gobiernos son hijos del rigor. Podemos ir a hablar con el (Banco) Nación, y no conseguimos nada, salvo parar los remates por un tiempo".
La movilización se hizo en una región de chacras de 15 a 30 hectáreas cada una, que generan muchas fuentes de trabajo con las frutas, y como "premio", los productores dicen que el estado provincial y nacional no hacen más que mandarles inspecciones. El productor Elbio Calgaro, de Villa del Rosario, lo vio así: "Hoy, un productor monotributista con unos 100 pesos hace su aporte jubilatorio, paga el impuesto para el Estado y su obra social, ¿Por qué tenemos que pagar 300 pesos o más por un empleado, aparte del sueldo? Hay que desparasitar el sistema, hay muchos gordos prendidos. Esos aportes ni siquiera llegan al empleado", dijo.
"El Ministerio de Trabajo no sale a buscar la problemática, sino a exigir blanqueo, no se pregunta si se puede o no y cuál es la situación de estas actividades", añadió el empresario Diego Dayvé, acopiador y exportador, con actividades en Mocoretá (Corrientes) y Chajarí.
El empresario agregó que los políticos no llegan a comprender la realidad de las pyme, pero además planteó otro aspecto de la problemática, como exportador: "Las ventas al exterior están complicadas, las presiones del Senasa son casi para no trabajar más y el mercado interno sigue deprimido".
Dayvé se quejó, además, de que los productores no pueden contar con el Gobierno y el Senasa para vender. "No hay política de exportación, de cuidar al productor, como sí tienen otros países. El Senasa quiere hacer cumplir todo el sistema que ellos vendieron a la Comunidad Europea, pero eso es imposible", agregó.
En este punto, Dayvé explicó cómo funciona en la práctica, un sistema que en teoría es diferente. "Los citricultores podemos cargar frutas sin cancrosis: saliendo del empaque con los sistemas de limpieza de lotes. Pero al Senasa no le alcanza, presiona sobre las quintas y los empaques. Viene por una pústula de cancrosis le hace parar todo el empaque, tira el lote o hace la retención de la fruta en puerto. Esto tiene un costo impresionante y es inmanejable", concluyó.
Mercado interno, vedette
Para María Fidela Cusinato, productora de Monte Caseros, "el problema es que no tenemos precio. Hay alguien que se queda con nuestro producto. Acá vale 6 centavos el kilo, pero en las góndolas está a 1 peso. En segundo lugar, tenemos un problema climático: hoy la fruta se nos cae y no sabemos a quién recurrir".
Raúl Bachmann vive con su familia en el distrito Mandisoví. Es uno de los 400 productores de 20 hectáreas o menos de la zona, y resumió el problema en esta ecuación. "Imagínese los costos, 1 litro de gasoil 1,60, y 37 kilogramos de fruta 3 pesos. Los insumos quedaron en relación con el dólar, pero la fruta en pesos, antes esos 37 kilos valían 3 dólares", sintetizó. (la Nación)
