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osario no da abasto. La cosecha récord que está levantando la Argentina este año, y que Agricultura mensuró en 82 millones de toneladas, está provocando múltiples inconvenientes en aquella zona, de donde sale 70% de los embarques de granos. En plena faena, a los ponchazos, los productores se la ingenian para convivir con un sistema logístico al borde del colapso. Pero nada es gratuito: deben hacer frente a un sobrecosto de comercialización cercano a los 150 millones de dólares.Los días "críticos" comenzaron en marzo pasado y se extenderán hasta fines de mayo, cuando concluya la recolección de la soja. En total, la producción agrícola crecerá casi 12 millones de toneladas respecto de la campaña anterior. En esa franja ubicada a la vera del río Paraná, de unos 80 kilómetros de largo y con epicentro en Rosario, ya casi no hay lugar para almacenar ese excedente. Y los escasos camiones disponibles para llevar los granos se pelean con uñas y dientes.
Por las rutas que rodean la ciudad se estima que están circulando unos 30.000 camiones cada día. Según Raúl Tomás, de la Federación de Acopiadores, ese es actualmente el "cuello de botella" más crítico. Muchos camioneros directamente optan por no entrar a puerto, por temor a sufrir una larga espera. Y los audaces han establecido su "recompensa". En muchos casos el flete sale hasta 20% más caro que en 2004.
Miguel García Fuentes, productor del Grupo CREA rosarino, comentó que tuvo que "embolsar" la mitad de su cosecha porque los exportadores le cancelaron los cupos (reservas en los silos) a último momento por la falta de espacio. A la par de la producción, los silo-bolsa también están batiendo récords. Este año, en esos enormes tubos de polietileno blanco se guardarán a cielo abierto de 17 a 18 millones de toneladas, una cuarta parte del total, a la espera de que se despejen los caminos y hagan lugar en el puerto. El año pasado habían sido 13 millones de toneladas.
"Hay graves deficiencias: faltan camiones y lugar en los puertos, y todo esto suma costos que termina pagando el productor", dijo Gustavo Oliverio, de la Fundación Producir Conservando, una entidad que analizó el tema a fondo y concluyó que la Argentina necesitará invertir la friolera de US$ 4.500 millones si quiere hacer frente, con comodidad, a una cosecha de 100 millones de toneladas de granos, que no parece lejana. Por ahora, según el experto, la infraestructura disponible parece hecha para un país que produce la mitad.
"Para adelante la Argentina va a tener que planificar y hacer obras", argumentó Oliverio, tras calcular que en la comercialización de las 47 millones de toneladas que pasan por el Gran Rosario el chacarero carga con un costo extra de entre 4 y 6 dólares por tonelada. En una soja de 170 dólares quizás no se note. Pero en un maíz de 70 dólares las cosas cambian.
Los exportadores y aceiteras instalados sobre el Paraná ya previeron el salto, y en los últimos meses lanzaron obras por más de US$ 600 millones para incrementar su capacidad de acopio, molienda y embarque. La ma yoría de los proyectos estará terminado recién en 2006. La paradoja es que entonces pondrán en evidencia las demás falencias (básicamente en caminos), si los esfuerzos no son parejo.
Rogelio Pontón, economista de la Bolsa de Rosario, calculó que este año se necesitarán 1,4 millón de viajes de camión para trasladar las 40 millones de toneladas que ingresarán por ese medio a la zona portuaria. Cada vahículo carga 29 toneladas promedio. Las rutas sienten el peso.
Para Pontón, es imprescindible que el Estado encare con urgencia el mejoramiento de los caminos que traen la cosecha, básicamente la ruta 9 que viene de Córdoba (una autopista todavía a medio hacer), la 34 que llega desde Santiago del Estero, la 33 que los une a Venado Tuerto. "Si no se hacen esas obras, el problema actual va a ir en aumento", advirtió.
Otras 7 millones de toneladas ingresan en ferrocarril. Como actualmente las largas formaciones hacen maniobras en pleno centro rosarino, la Bolsa también impulsa el "circunvalar", un trazado de vías que rodearía la ciudad, ordenando el tránsito de trenes.