El caso en cuestión.
Griselda Rodríguez recordó la trágica historia que le tocó padecer: “Mi hijo se descompuso de un momento a otro, lo llevé al hospital Urquiza de Concepción del Uruguay; allí lo atendió la médica Mónica Dure de Funes y le diagnosticó bronquitis virósica y una inflamación de oído que deriva en otitis”. Enseguida, Rodríguez aclaró que “al nene lo internaron con prescripciones correspondientes de la doctora que lo atendió, pero en el sector de Pediatría, con personal de médicos residentes, se violentó el caso y a mi hijo le colocaron un suero”.
“Con los días se desmejoró, hasta que entró en un estado de agonía y lo derivaron al hospital Carrillo de Concordia, donde me dijeron que estaba en manos de Dios, luego lo llevaron al Felipe Heras pero lamentablemente allí le diagnosticaron meningitis”, precisó la madre. Y agregó que en Concordia “me dijeron que a mi hijo lo dejaron morir, fue un crimen lo que le hicieron, e incluso los mismos médicos concordienses me dieron las pruebas”. El cuerpo apareció luego de la intervención de la Justicia de Concepción del Uruguay y del Defensor del Pueblo de la Nación en el hospital Centenario de Gualeguaychú. Fue sepultado el 17 de mayo de 2005. (UNO)