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l viejo anhelo del edifico propio comienza a hacerse realidad para la Escuela Especial para Ciegos y Disminuidos visuales N° 1, Hellen Keller. En este sentido, mañana miércoles 17 de noviembre, a las 10.30, en el Rectorado de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER), calle Ramírez 1147, con la presencia del titular de la Unidad Ejecutora Provincial (UEP), Martín Fabre; el presidente del Consejo General de Educación (CGE), Felipe Ascúa; la directora del Instituto del Discapacitado, Cristina Cremer, y demás autoridades provinciales, se realizará la presentación del proyecto del nuevo edificio escolar, a través de la exposición de una maqueta y de un power point. El mismo fue realizado por tres alumnos de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), en el marco de un convenio celebrado con esa Casa de Estudios y el Gobierno provincial, según detalla un parte enviado a Informe Digital

La construcción del nuevo edificio se encuadra dentro del Programa 700 Escuelas, que se desarrolla desde la UEP, y demandará una inversión de 1.888.236 pesos.

Al respecto, Fabre destacó que “fue decisión de esta gestión de Gobierno incluir dos establecimientos donde asisten chicos con capacidades diferentes dentro del Programa 700 escuelas”. E informó que en los próximos días, la Nación publicará el llamado a licitación para la ejecución de la Escuela Especial N° 1.

En la actualidad a la escuela asisten 75 alumnos, matrícula que incluye niños, adolescentes y adultos de toda la provincia , y pese a ser una de las instituciones de cabecera de la enseñanza para la integración social de las personas ciegas y disminuidos visuales, siempre debió alquilar espacios para poder dar continuidad a sus objetivos.

Durante 40 años la escuela funcionó en una antigua casona de calle 25 de junio 39, pero la precariedad del edificio hizo que debiera trasladarse a calle Cervantes 228, donde funciona la escuela coral Mario Monti. “Nos fuimos con la ilusión de que el edifico se refaccionaría y los alumnos iban a poder volver.

Sin embargo nuestro regreso nunca pudo concretarse -explicaron padres y docentes del establecimiento-, ya que esa propiedad fue remodelada y acondicionada pero para otro organismo público, la Editorial de Entre Ríos”.

Desde setiembre de 2000, la Escuela Hellen Keller funciona en un edificio de calle Ecuador que no cuenta con aulas, ni con las condiciones de funcionalidad y organización, como así tampoco de accesibilidad, imprescindibles para este tipo de institución.

Con la construcción del nuevo edificio se prevé aumentar la matrícula a más de 100 alumnos “que hoy son imposibles de atender por falta de espacio”, según se indicó desde la Dirección de Enseñanza Especial.

El nuevo edificio de la Escuela Hellen Keller se emplazará sobre un predio ubicado en calle Churruarín 348, entre Esteban Ramos y 3 de febrero, y ocupará una superficie de 1.573 metros cuadrados, que se distribuirán en planta baja y un primer nivel.

El diseño de la escuela forma parte del Proyecto de Investigación “Espacios Educativos para el Polimodal”, que se desarrolla en la FADU. Catriel Rau, Patricia González y Valeria Vázquez Salvi, alumnos de arquitectura encargados de su elaboración, señalaron que se apunta a crear “una escuela modelo en enseñanza especial”.

Con relación a los espacios que ocupará el nuevo edificio, explicaron que en planta baja los volúmenes edificados se dispersarán por el terreno, permitiendo así el desarrollo de expansiones abiertas y semi cubiertas que hacen al desarrollo de la pedagogía. “Desde el espacio se propone exaltar los valores fenomenológicos de la arquitectura, es decir que estimulen, promuevan y potencien las posibilidades sensoriales de las personas”, resaltaron. De esta manera se plantea el paseo del tacto en el playón de psicomotricidad, el patio de la geometría, el patio infantil, y el patio de los aromas.

El rol que juegan los pisos de edificio es muy importante desde el punto de vista de la orientación y movilidad, ya que el mismo es portador de información que comunicará a los alumnos distintas circunstancias que se plantean en el espacio.

La superficie cubierta de la planta baja es amplia y por su tamaño, forma y proximidad a la calle constituye un categórico espacio público de uso institucional y comunitario.

Las actividades previstas en la superficie cubierta de la planta baja son básicamente actividades administrativas; se prevé que allí se emplace la biblioteca, el comedor, jardín de infantes, servicio de multiimpedidos, servicio de rehabilitación de adultos, actividades de educación física y orientación y movilidad.

En planta alta las actividades están fundamentalmente destinadas a preadolescentes, adolescentes, adultos y personas de la tercera edad. Se plantearán aquí los servicios de baja visión, servicio de estimulación temprana, servicio de apoyo, aprestamiento y escolaridad, sala de pretallares, taller de orientación y movilidad, sala de danza teatro y expresión corporal, sala de informática y salón de usos múltiples.

Cabe destacar que la totalidad de los espacios, tanto en planta baja como en el primer nivel son accesibles a la totalidad de formas motricidad. Se plantean escaleras, rampas peatonales y ascensor, para comunicar sus dos niveles.