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ambién estuvieron presentes en el acto, que se realizó en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno, la senadora nacional Graciela Bar de Juárez y el senador provincial, Eduardo José Jodor, entre otros funcionarios del gobierno. La única empresa que presentó una oferta económica fue Leopoldo Díaz S.A., de Paraná, por 410.990,59 pesos.En lo inmediato, la comisión de evaluación de esta licitación se abocará al análisis de la oferta presentada para poder determinar la posterior adjudicación de los trabajos.
Tras el acto, el titular de la UEP, expresó que: “estamos muy conformes porque si todo este proceso marcha bien, hay establecido un plazo de ejecución de 120 días para la construcción de estas escuelas, por lo que en 6 o 7 meses podrán estas funcionando”. Y acotó que “bajo el objetivo de igualdad educativa para todos los chicos entrerrianos, con estas escuelas se va a poder atender a alumnos que viven en zonas inundables, que se deben trasladar periódicamente.
Los maestros serán los encargados de arrastrar las escuelas vía amarras a los nuevos lugares donde se concentre las población de esos lugares”, explicó.
Una de las escuelas flotantes, la Nº 37 será amarrada en la Isla El Pillo, del departamento Victoria. Mientras que la escuela Nº 70, estará en la Boca del Río Victoria, del departamento Gualeguay.
El Programa Nacional 700 escuelas, es financiado con un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y demandará una inversión de casi 463 millones de pesos, que abarca obras por unos 423 millones, equipamiento inmobiliario por 25 millones e informático por 14 millones. Para Entre Ríos está prevista una inversión de 18 millones de pesos.
Antecedentes para la construcción de escuelas flotantes
La antigua escuela Nº 70 de Gualeguay –un rancho de adobe– fue arrasada por la creciente producida en 1986, y la zona quedó sin matrícula por migración de sus alumnos. Es decir que desde esa fecha los chicos de esa zona no cuentan con un servicio educativo desde entonces.
Desde el punto de vista pedagógico, con el nuevo proyecto, quedará garantizado un espació didáctico adecuado para el desarrollo de un proceso de enseñanza-aprendizaje de calidad, en un medio geográfico que no es apto para la edificación de escuelas permanentes.
En este sentido, se registran experiencias negativas en cuanto a brindar una oferta de escuela permanente en zonas con poblaciones de similares características. Así, el caso de dos escuelas que se construyeron en el departamento Islas del Ibiuy, sobreelevadas por encima de la cota máxima del río. Nunca se inundaron, pero a los pocos años debieron cerrarse por migración de toda la población. Actualmente sus edificios están abandonados.