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La marcha de anoche, que comenzó poco después de las 20 y se comenzó a desconcentrar a las 22 intentó presionar a la justicia para que liberen cuanto antes a Meichtry, aunque, tal como se dijo la semana anterior, ante el reclamo popular, el proceso judicial tiene sus términos, los que se deben cumplir según el Código Penal y son de 10 días a partir del jueves cuando fue indagado el comerciante, tras lo cual el juez de Instrucción Héctor Pessolani deberá resolver si le dicta prisión preventiva y lo procesa, o si en cambio resuelve dictarle una falta de mérito y permitirle la libertad, aunque siga ligado a la causa o en el mejor de los casos sobreseerlo.

Cabe recordar que Meichtry, en el momento del asalto —que terminó con la muerte del delincuente y su cómplice baleado— estaba en la casa familiar contigua a la despensa cuando escuchó los gritos y amenazas a su hermano y familia, que estaban atendiendo el negocio. Por ello se acercó a una ventana y pudo observar que uno de los sujetos —el abatido José Alberto Rodríguez, alias Chon de 20 años— le apuntaba a la cabeza de su sobrino de dos años con el pistolón que portaba, y luego de que su hermano le dijera que no había dinero en el lugar.

La actitud de los maleantes de colocar el arma en la cabeza del menor para amedrentar al padre, enardeció al despensero que se apoderó de una escopeta calibre 12 que tenía en la casa y volvió al comercio cuando los sujetos escapaban, momento en que les disparó, cayendo abatido Rodríguez.

Su cómplice, Humberto Ramón Salinas, de 24, que iba adelante regresó donde había caído su compinche e intentó levantarlo al tiempo que Meichtry recargaba la escopeta 12. El comerciante cuando lo vio venir y temiendo que Salinas estuviera armado, le gritó que se detuviera y le disparó desde unos 25 o 30 metros hiriéndolo en la espalda y el cuello, cuando el maleante intentaba escapar.

Los que se movilizaron ayer pidiendo la libertad de Meichtry, quienes realizaron el acto en un marco de total orden, criticaron a las autoridades, analizando que el comerciante se vio obligado a actuar en forma justiciera, ante la falta de efectividad de acciones legales de parte de las instituciones contra la delincuencia que los asola diariamente.